El grupo Callejeros, a través de su abogado, Eduardo Guarna, desistió de la apelación por la que pretendía que la Cámara del Crimen cambiara la acusación contra los músicos: en lugar de estrago doloso se intentaba conseguir que la imputación fuera por estrago culposo. El juez Lucini consideró que Callejeros incentivó el uso de bengalas, que coorganizó el recital y que no hizo nada para prevenir el fuego, por lo que consideró que provocaron el incendio en forma dolosa por omisión. El abogado Guarda argumenta que no hubo intención y por lo tanto apuntaba al estrago doloso. Como adelantó Página/12, la apelación tenía escasas posibilidades de prosperar, porque los camaristas fueron muy duros con Callejeros y, además, rechazarían el recurso porque están en libertad y el cambio de calificación no modificaría las cosas pues, de todas maneras, la acusación la definirá el tribunal oral en su momento. Aun así, Guarna pedirá una serie de nulidades directamente a la jueza de la causa, María Angélica Crotto. Dirá que las pruebas que se usaron para agravar la situación de los músicos son nulas y la magistrada debe definir si acepta esas nulidades o no. Al mismo tiempo, Callejeros se opondrá a dividir la causa Cromañón para acelerar el juicio. Es una táctica lógica: los músicos no tienen ningún apuro en que el juicio se haga porque están en libertad.