Estados Unidos es el principal socio comercial de los uruguayos. Según datos de la consultora Abeceb.com, en los primeros cuatro meses del año el 16,4 por ciento de sus exportaciones se dirigieron a ese país. En segundo lugar quedó Brasil, con el 14,5 por ciento, y luego la Argentina, con el 7,9 por ciento. Las ventas a Estados Unidos se concentran en carne bovina (48,9 por ciento) y combustible (21 por ciento), mientras que el resto de los rubros no supera el 5 por ciento. La intención del gobierno de Tabaré es negociar con los norteamericanos un sistema de preferencias que le permita ampliar aún más las exportaciones de carne y mejorar el acceso de productos de mayor valor agregado para comenzar a diversificar la produccción. Esa expectativa de crecimiento contrasta con el declive que han venido teniendo las exportaciones uruguayas a los otros países del Mercosur. En 1991 representaban el 35,2 por ciento y el año pasado sumaron apenas el 23,5 por ciento.

Antes de firmar un acuerdo de libre comercio con Estados Unidos, Uruguay debería denunciar el Tratado de Asunción que marcó su incorporación al bloque en marzo de 1991, pues la decisión 32/2000 del Consejo del Mercado Común “reafirmó el compromiso de negociar en forma conjunta acuerdos comerciales con terceros países de extrazona”. En caso de tomar esa determinación, su objetivo es quedar como país asociado del Mercosur, tal como lo es Chile en la actualidad.

Ricardo Fuente, economista de Ecolatina, destacó a Página/12 que esa opción podría no tener mayores costos económicos para Uruguay, pues “los países asociados mantienen relaciones de libre comercio con los socios plenos, pero la ventaja la debería negociar porque no es automática”. Además, destacó que el país vecino perdería la posibilidad de presentarse en las distintas mesas de negociación internacional con el respaldo del bloque y eso le quita poder”. Dante Sica, ex secretario de Industria y titular de la consultara Abeceb.com, agregó que si el gobierno uruguayo decidiera romper se expondría a denuncias por violación de las reglas del juego ya que “seguramente hay empresarios que invirtieron en ese país por las posibilidades que otorgaba el bloque regional. Es posible que antes de llegar a ese extremo se busque negociar alguna alternativa, pues la salida de Uruguay le generaría una seria lesión al bloque”.