Patti no mostró su rostro para defenderse. Pero en la carta que envió se permitió calificar el acto del 25 de mayo en Plaza de Mayo como “la plaza del sí al clientelismo, sí a las manifestaciones orquestadas, sí a la movilización del aparato oficialista, sí a la hegemonía, sí a la eliminación de la oposición”. Y advirtió sobre el nacimiento de un nuevo escenario de “guerra ideológica, donde los principios de la República democrática corren un serio peligro”. Sobre la labor de la comisión, opinó que no hubo discusión, sino “una puesta en escena para tratar de legitimar” su “persecución política”. Y volvió a quejarse de una frase del presidente de la comisión, sacada de contexto: “Lo que haya resuelto la Justicia no nos interesa aquí para nada...”. El diputado Vargas Aignasse ya había aclarado que conduce un proceso independiente de la vía judicial y que aunque en la Justicia no hayan prosperado las acusaciones contra Patti, eso no significa su inocencia según los parámetros políticos y de idoneidad moral que usará la comisión al momento de juzgarlo.