Susana Ruiz Cerruti, directora de la consejería legal de la Cancillería argentina y jefa de la delegación que viajó a La Haya, es una mujer rubia, robusta, que casi no altera el tono de voz. Dice estar preparada para un camino “difícil”, convencida de que la razón está de su lado.

–¿Con qué sensación se vuelve a Buenos Aires?

–Sabemos que no es un pedido fácil el que le hicimos a la Corte, pero Argentina considera que es lo indispensable para proteger su derecho a ser informada y consultada antes de que su socio en el río Uruguay avance con un proyecto. Estamos hablando de un río compartido y de una actividad contaminante en un lugar elegido unilateralmente. Buscamos que se aplique un tratado bilateral que ambos elaboramos. Uruguay no respetó ese tratado. Si encara un proyecto tiene que informar, porque la otra parte tiene derecho a opinar y no lo hizo. Lo que quieren instalar ya causó daños en Gualeguaychú y sus aledaños.

–¿Le molestó que Uruguay aludiera a la corrupción y a su desempeño en derechos humanos?

–No son asuntos que tengan que ver con el caso en discusión. Fue una falta de respeto a la Corte. Tampoco los cortes de ruta atañen a este tribunal. La actitud argentina fue responder a los temas ligados al caso.

–¿Jugó sucio Uruguay?

–No quiero entrar a calificar cómo se comportó uno u otro. Ahora la Corte tiene que resolver una medida y todo lo que distrae no ayuda.

–¿Qué puntaje le pone al desempeño de su delegación?

–Estamos satisfechos porque hicimos una presentación coherente, en la exposición y en la refutación. No dejamos ni un solo punto afuera.

–En el Gobierno parecieran tener la impresión de que La Haya es una vía muerta en esta pelea.

–Sabemos, como dije, que conseguir una medida conservatoria de la CIJ no es algo fácil. Lo que han dicho ya sea (Jorge) Busti o Alberto Fernández (jefe de Gabinete) es de sentido común. Hicimos todos los esfuerzos para convencer al tribunal.

–¿Cuál cree que fue el punto más flojo de Uruguay en su alegato?

–No respondió a los temas principales y en la segunda ronda no tuvo coherencia. No pueden decir que como las plantas no contaminan no importa su localización. De todos modos, se limitaron mayormente a decir que la Argentina estuvo de acuerdo con las celulosas y el jefe de Gabinete lo informó al Congreso. Nosotros accedíamos a un monitoreo si antes nos daban la información sobre el impacto, pero no la dieron.