Raúl Estrata Oyuela, representante especial para asuntos medioambientales de la Cancillería argentina, es un hombre de bigotes y cara redonda, muy hábil para contar chistes. Quedó molesto con Uruguay, y satisfecho con la exposición de su equipo.

–¿Qué impresión le quedó de las audiencias?

–Nos fue bien. Nuestra obligación era hacer una buena presentación. Tenía que ser una cosa racional y técnica, y lo fue.

–¿Qué le pareció la actitud de Uruguay?

–Uruguay se equivocó al creer que estaba en una sala de política. Me refiero a los comentarios de (Héctor) Gros Espiell sobre la corrupción y los derechos humanos. Hablar de los cortes de ruta es desubicado porque es tema de otro tribunal. Además, Gros Espiell fue defensor de Vladimiro Montesinos. Por otro lado, apelaron algunos golpes bajos, al cuestionar a uno de nuestros abogados (por haber escrito que no era conveniente ir a La Haya, donde ahora litiga). En su trabajo, los abogados a veces, tienen que defender un interés y otras el opuesto. Después cuestionaron las papeleras argentinas, cuando ellos tienen la papelera Fanapel, al lado de Colonia, que es más grande que la nuestra de Puerto Piray.

–Ellos ofrecen hacer un monitoreo compartido sobre las obras en marcha. ¿Por qué Argentina no acepta?

–No vamos a ir a monitorear la catástrofe.