El presidente de Ence, Juan Luis Arregui, ratificará hoy ante los accionistas de esa empresa la decisión de avanzar en el proyecto para la fabricación de celulosa en Fray Bentos. La posición que fijará Arregui echa por tierra la posibilidad de que la compañía abandone Uruguay, pero no resulta contradictoria con el rumor acerca de una eventual reubicación de su planta pastera. Los accionistas de Ence se reúnen por estos días en Madrid y ayer un grupo de ambientalistas les exigió que pusieran fin al emprendimiento en territorio uruguayo.

Por tratarse de una empresa que cotiza en Bolsa, Ence está obligada a reunir a su junta de accionistas una vez al año. La reunión se desarrolla en el edificio del Casino de Madrid y el protagonista hoy será Arregui. “Va a bajar la línea de que le interesa el proyecto de Fray Bentos y que la compañía tiene que avanzar en esa dirección y reafirmar el compromiso con el emprendimiento”, adelantaron voceros de Ence en Montevideo. Desde la capital española no salieron a desmentirlos.

Arregui es un empresario que escaló posiciones a partir del desarrollo de proyectos vinculados con la energía eólica y tiene el 12 por ciento de las acciones de Ence. Acaba de asumir la presidencia de la compañía y en su corto desempeño en el cargo se ha mostrado más involucrado en la gestión empresarial que quienes lo precedieron.

El presidente de Ence comparte su condición de socio mayoritario de la empresa con el grupo Alcor, que ostenta el 12,5 por ciento de las acciones y cuya cara visible son Alberto Cortina y Alberto Alcocer. El resto del paquete accionario está repartido en muchas manos.

El holding Alcor es conocido en España como “el grupo de los Albertos”. Alcocer y Cortina son primos y sus respectivas familias se cuentan entre las más poderosas de ese país. Alberto Cortina, de hecho, es hermano de Alfonso, quien por años fue presidente de la petrolera española Repsol.

“Lo que Arregui diga hoy debe ser tenido en cuenta, porque la junta de accionistas de Ence es el ámbito en el que se toman las decisiones estratégicas de la empresa”, explicaron los mismos voceros que adelantaron la posición que fijará.

Ence decidió días atrás no renovar los contratos de 63 obreros afectados a la construcción de su planta en Fray Bentos a la espera de que la Corte de La Haya decida si acepta o rechaza el pedido argentino para que las obras se suspendan hasta que se dirima la disputa con Uruguay. A diferencia de la finlandesa Botnia, que tiene sus obras mucho más avanzadas, la española recién está en la etapa inicial de la construcción y en marzo pasado accedió a detener sus tareas para dar lugar a la realización de un estudio de impacto ambiental.

La decisión de Ence de no retener a sus obreros alimentó la versión de una posible retirada de Uruguay. La ratificación de Arregui del interés de la empresa en el proyecto desacredita ese rumor, no así el otro que circula por estos días y da cuenta de una eventual relocalización de la planta de celulosa en un lugar cercano.

Ambientalistas coordinados con la Asamblea de Gualeguaychú reclamaron ayer a los accionistas que no siguieran adelante con su proyecto en Uruguay y le pongan fin. “Desde la sociedad civil creemos que este proyecto no debería realizarse por los graves impactos ambientales y sociales que comportaría”, explicaron los manifestantes.