Estos son los pasos que seguirá la investigación en torno del joven detenido ayer en las próximas horas y días:

- Anoche se hacían las principales pericias balísticas. Esa prueba es determinante porque dirá en forma categórica si se usó el arma de Ríos en todos los hechos o no.

- Primero será indagado por el fiscal de la provincia de Buenos Aires por tenencia ilegal de arma de guerra y resistencia a la autoridad, dado que no tenía permiso de portación de la pistola y, además, se enfrentó a los policías bonaerenses que en Munro le pidieron documentos y finalmente lo detuvieron.

- En esta causa intervendrá un fiscal bonaerense del departamento de San Isidro.

- Si las pruebas balísticas demuestran que la pistola de Ríos es la usada en los otros hechos, la jueza de la causa de avenida Cabildo y José Hernández, Fontbona de Pombo, pedirá la detención también en ese caso, por lo que el individuo estará a disposición de dos jueces distintos.

- La lógica indica que primero será indagado por el fiscal bonaerense.

- Luego, tendrá que prestar declaración indagatoria en el juzgado de Pombo en Capital Federal.

- En los dos expedientes se harán los estudios psiquiátricos correspondientes.

- Según algunos datos que ya surgieron en la pesquisa, Ríos vive en un edificio de la calle Crámer junto a su madre y, aparentemente, un hermano. Consultados algunos vecinos, hubo una descripción llamativa: “El loco es buen chico”. Es decir que probablemente exhibía en su casa una personalidad diferente a la que luego se desata en los ataques a la gente.

- Si los estudios psiquiátricos dan que es imputable, es decir que comprendió la criminalidad de sus actos, será procesado y seguramente condenado por homicidio, tentativas de homicidio y otros delitos.

- Este sería el caso de que se lo evalúe como un psicópata, es decir alguien que dispara por odio, pero planifica su acción, estudia la forma de huir y se mueve con habilidad e inteligencia.

- Si los estudios psiquiátricos evalúan que se trata de un sujeto que tuvo brotes psicóticos, con mensajes mesiánicos de por medio, por ejemplo, podría considerarse que es inimputable. En ese caso no habrá juicio alguno, pero Ríos será recluido en un instituto psiquiátrico cerrado, del que no podrá salir hasta que los peritos forenses y un juez dictaminen que ya no es una persona peligrosa para sí o para otra gente. En la mayoría de los casos, son pocos los psiquiatras y jueces que se atreven a correr semejante riesgo, de manera que es muy probable que pase un largo tiempo dentro del instituto psiquiátrico.