El gobierno de Uruguay envió una carta a la Cancillería argentina en la que reiteró su ofrecimiento de monitorear conjuntamente las papeleras. La propuesta había sido dada a conocer por el canciller Reinaldo Gargano en la cumbre de presidentes del Mercosur y rechazada por la Casa Rosada, que la consideró insuficiente. La administración de Tabaré sostiene que la mejor garantía de no contaminación es que ambos países controlen el proceso desde ahora, cuando las plantas se están construyendo. Es un planteo que amplía las ofertas anteriores, que sólo llegaban hasta el monitoreo conjunto de la calidad de las aguas del río. Sin embargo, aceptarlo implicaría consentir que las plantas de Botnia y Ence se instalen en Fray Bentos. Por el contrario, la postura argentina es el reclamo de una negociación que incluya la relocalización de ambas pasteras y un debate sobre qué tipo de tecnología van a utilizar. En la Cancillería no hubo comentarios sobre la carta, de la que sólo se informó que había sido recibida.