Prácticamente todas las encuestas realizadas en la Argentina en los últimos años exhiben una amplísima mayoría de opiniones que se pronuncian por el derecho al aborto en caso de que haya peligro para la salud de la madre y cuando el embarazo sea producto de una violación. El caso más reciente, ocurrido en La Plata, similar al de Mendoza, también muestra una mayoría categórica: ocho de cada diez consultados sostuvieron que debió practicarse el aborto a la joven discapacitada mental que fue violada por su tío en Guernica, cerca de La Plata. Es más, también una mayoría opinó que la jueza que puso trabas a ese aborto debe ser removida de su cargo.

Las conclusiones sobre el caso de Guernica surgen de dos estudios realizados por la consultora Telesurvey, que lidera el conocido sociólogo Heriberto Muraro. En total fueron consultadas 400 personas por teléfono, en Capital Federal y Gran Buenos Aires, respetándose las proporciones por edad, sexo y nivel económico-social.

La consultora Graciela Römer, titular de Römer y Asociados, viene realizando encuestas sobre el tema en los últimos diez años: “En las entrevistas que hacen nuestras encuestadoras a mujeres mayores de 17 años encontramos que va subiendo cada vez más la cantidad de mujeres que nos dicen que se hicieron un aborto y, por supuesto, también quienes afirman que no deben estar despenalizados –y así lo establece la ley– los casos críticos de peligro para la vida de la madre y violación. En general, hay un núcleo duro de un 20 por ciento que rechaza el aborto para cualquier caso, luego existe una franja del 25 por ciento que piensa que debe estar totalmente despenalizado, o sea que se realice por el solo deseo de la mujer y en el medio, con mayorías abrumadoras que trepan más allá del 70 por ciento, están quienes opinan que debe permitirse en los casos de peligro para la salud de la madre y violación”.

El caso de Guernica fue analizado durante dos semanas por Muraro y en ambos estudios los resultados fueron contundentes. En el primero, una mayoría del 80 por ciento consideró que la joven de 19 años, con edad mental de nueve, y violada aparentemente por quien ahora está detenido, su tío, tenía derecho a realizarse el aborto. Como se sabe, después de idas y vueltas, y una intromisión asombrosa de una jueza, la interrupción del embarazo no se realizó. A raíz de ello, Muraro preguntó a los encuestados si la jueza en cuestión debía ser removida de su cargo, tal cual lo planteado por dos diputadas que reclamaron el juicio político a la magistrada. También a esa pregunta una sólida mayoría del 62 por ciento se manifestó a favor de desplazarla de su cargo.

“Nosotros vemos datos asombrosos en nuestras encuestas –dice Römer–. Allí se palpa el peligro que lleva a que los abortos realizados sean la primera razón de muerte de mujeres en los hospitales públicos. Por ejemplo, un cuatro por ciento nos contestó que ellas mismas se harían el aborto en caso de enfrentar la situación, un porcentaje mucho mayor recurriría a parteras y el 60 por ciento reveló que se lo hizo en un consultorio médico. Es decir, que existe un enorme riesgo de abortos mal hechos y de muerte de mujeres. Otro mito que se derrumba en nuestras encuestas es el de la religiosidad. Mujeres que se manifiestan muy católicas, abortan. Y también se percibe que la interrupción del embarazo se da en todas las capas sociales, lo que sucede obviamente es que la operación se realiza en condiciones muy distintas.”

Un apoyo masivo

¿Cree que se le debía realizar el aborto a la joven discapacitada mental y violada de La Plata?