Los manifestantes que concurrieron ayer a Plaza de Mayo para repudiar la masacre de Avellaneda estuvieron custodiados por expertos. Los comisarios René Derecho y Alberto Alfano fueron asignados al operativo de seguridad implementado por la Policía Federal, a pesar de estar imputados en la causa sobre la represión del 20 de diciembre ordenada por el gobierno de Fernando de la Rúa en retirada. Ayer tuvieron bajo su mando respectivamente a los 1500 policías apostados en la plaza y a los otros 800 que se repartieron en los puentes de acceso a la Capital.
Una alta fuente de la Secretaría de Seguridad confirmó a Página/12 que Alfano estuvo a cargo de la circunscripción 1ª, que incluye Plaza de Mayo, pero aclaró que el jefe del operativo de seguridad fue el comisario general Alberto Capuchetti, de la estratégica Superintendencia de Seguridad Metropolitana de la Federal.
En diciembre, Alfano era el jefe de la circunscripción 3ª mientras que Derecho conducía la 7ª. Tras la violenta represión del 20, en la que fueron asesinados 5 manifestantes, fueron indagados por la jueza María Servini de Cubría junto a otros diez policías que integraban la cúpula de la fuerza, acusados por esos homicidios. Sin embargo, la magistrada les dictó la falta de mérito porque consideró que actuaron como “meros receptores y transmisores de órdenes”. Los abogados que representan a algunas de las víctimas de esa masacre apelaron la decisión de Servini. “Considerando que estamos tratando la situación de altos jefes de la Policía Federal no se puede limitar su responsabilidad a la del ‘pibe de los mandados’ que lleva y trae sin saber lo que hay en el paquete”, escribieron Rodolfo Yanzón y María del Carmen Verdú. Tanto Alfano como Derecho y los demás comisarios coincidieron en acusar a su ex jefe Rubén Santos, que permanece detenido.