“Yo estoy en el radicalismo, nadie me va echar”, dijo ayer el gobernador de Mendoza, Julio Cobos, y su colega también K de Santiago del Estero, Gerardo Zamora, acotó que “las amenazas de expulsión en la UCR son fuego de artificio”. Ambos escribieron así un nuevo capítulo de la puja entre los radicales K y aquellos que impulsan la candidatura opositora de Roberto Lavagna, en cuyo marco el capocómico Nito Artaza salió a pedir la realización de internas para elegir al postulante radical a la Presidencia. La secretaria general del partido, Margarita Stolbizer, señaló que “antes de definir candidatos o alianzas”, el radicalismo debe “abrir canales de participación y recuperar la confianza de la gente”.

Cobos reafirmó su pertenencia radical y aseveró que nadie lo va a echar del partido en respuesta al titular de la UCR, Roberto Iglesias, quien habló de la posibilidad de su alejamiento por su apoyo al kirchnerismo. Al gobernador mendocino se lo menciona como eventual compañero de fórmula de Néstor Kirchner el año que viene. Ambos compartieron anteayer un acto en Mendoza que combinó las simbologías del kirchnerismo y el radicalismo y que fue interpretado como una suerte de lanzamiento de campaña.

Zamora también reivindicó la cercanía con Kirchner y reclamó a la conducción de la UCR “libertad de acción si no existen candidatos propios”. El mandatario santiagueño manifestó que “la convención de Rosario tenía un tono rupturista y añadió: “Le faltó la legitimidad necesaria de un radicalismo federal; no se discutió una propuesta propia, sino hacer una alianza con el duhaldismo para llevar a Lavagna de candidato”.

Desde una posición equidistante a los K y los que quieren a Lavagna de candidato, Artaza y Stolbizer propusieron alternativas. El capocómico pidió “una interna abierta” para dirimir la candidatura presidencial y Stolbizer abogó por abrir “canales de participación” en el partido.