“El otro día en el acto de Plaza San Martín (organizado por grupos ligados a militares retirados), alguien de la Iglesia mandó una nota llamando a la reconciliación. Hay muchos sectores de la Iglesia que no quieren que el pasado se revise y eso ha llevado a que tomen una acción política más definida.” El jefe de Gabinete, Alberto Fernández, vinculó la decisión del obispo Joaquín Piña de presentarse a elecciones para tratar de evitar la reelección indefinida del gobernador con la aprobación en el Congreso de la Ley de Salud Reproductiva y la educación sexual en las escuelas. Luego cargó contra los grupos que reclamaron al Gobierno que convoque a una consulta popular para que la población vote a favor o en contra de una amnistía. “Hay grupos minoritarios a los que les cuesta entender lo que ha pasado en Argentina en los últimos años. Después de que los jueces declararon la inconstitucionalidad de los indultos, que el país a través de sus legislaturas y el Poder Ejecutivo Nacional declaró imprescriptibles los delitos de lesa humanidad, que se anularon dos amnistías encubiertas como eran las leyes de punto final y obediencia debida, que alguien pida amnistía, evidentemente está mirando otro canal. Resisten lo que está pasando, lo que pasa en la Argentina. Resisten el cambio. Les cuesta admitir la nueva realidad que vive el país, una nueva realidad de defensa de la democracia, de plena vigencia de las instituciones. Ese país que se niega a seguir viviendo con la impunidad como regla. Que sean grupos minoritarios no los vuelve impunes. Les cuesta entender lo que ha pasado en la Argentina en los últimos años”, dijo ayer el jefe de Gabinete.