Quienes pretendieron ver en el armado que se impuso al gobernador misionero Carlos Rovira una especie de Unión Democrática similar a la que en 1945 enfrentó al ascendente coronel Juan Domingo Perón, fueron desmentidos ayer por casi la totalidad de los referentes nacionales que consultó este diario. Esto no impidió que algunos personajes locales del radicalismo, o segundas líneas del PRO, o la misma Patricia Bullrich, reclamaran desde el pescante del tren de la victoria, la conformación de una gran coalición opositora. Más allá del optimismo de la oposición, el escenario que sigue a la derrota del oficialismo es apenas un esbozo, un borrador todavía impredecible.

“En este caso, el acuerdo fue para frenar un exceso de poder. Cuando hay un poder tan concentrado es lógico que la oposición aparezca fuera del mapa. En una elección nacional hay que tener un programa común”, asegura el líder de la bancada del ARI en Diputados, Eduardo Macaluse. El legislador confía que antes de la elección de Misiones, los dirigentes del ARI evaluaron que “no sólo hay que resistir al poder, sino a la tentación de armar ingenierías artificiosas”. En diálogo con este diario, Macaluse no dudó en definir ese armado como “el atajo” que tienen que evitar.

Las aguas del peronismo misionero están lejos de la calma. El senador nacional Luis Viana, referente de Posadas, integrante del bloque kirchnerista en la Cámara alta y del Frente Unidos por la Dignidad, afirma: “Acá el que perdió fue Rovira. Nosotros no hicimos un frente contra Kirchner sino contra el gobierno provincial. Esto no es trasladable a nivel nacional. El objetivo del FUD era impedir la reelección indefinida”. Para el legislador, “al Presidente le vendieron un fantasma. Le dijeron que detrás del FUD estaban Ramón Puerta, Mauricio Macri, Roberto Lavagna y hasta el Enrique ‘Coti’ Nosiglia le sumaron en los últimos días”. El senador subraya que la experiencia de Misiones no es trasladable al nivel nacional y le apunta a Puerta. “Los que quieren subirse a este trabajo son meros oportunistas. Puerta tiene una imagen entre muy mala y mala que ronda los 75 puntos”, dice.

Con todo, en diálogo con Página/12, Puerta tampoco traslada la elección de Misiones al escenario nacional. “Lo de Misiones es un frente social. Todos coincidíamos en un solo punto: nos oponíamos a la reelección indefinida”, afirma. Luego de aclarar que no es un operador sino un político y que no está trabajando por ninguna candidatura, “ni siquiera por la mía”, se entusiasma con la existencia de un frente que se oponga a Néstor Kirchner. “Yo soy frentista por naturaleza y me encantaría que hubiera una alternativa democrática, moderna y progresista al actual modelo nacional”, dice. Para el ex senador, “tanto el gobierno nacional como los formadores de opinión se equivocaron con la idea de la transversalidad. A pesar de ser saludada como la nueva política, nos trajo las caras viejas y gastadas de las peores prácticas, además del no funcionamiento de los partidos políticos. Comenzamos a parecernos al PRI de México”.

Al igual que en otras fuerzas, en las filas del PRO la derrota del oficialismo fue muy aplaudida. Impulsado por ese exitismo, el diputado nacional Hugo Martini aventuró que en 2007 únicamente si la oposición se une hay chances de llegar a una segunda vuelta electoral. Si tal opción no se concreta, aventuró que la oposición “poco tiene que hacer en las elecciones presidenciales”. Lejos de esta óptica, el segundo de Compromiso para el Cambio, Horacio Rodríguez Larreta, señaló a Página/12 que “no inferiría que el triunfo de Misiones se pueda traducir en un armado nacional electoral. La oposición a la reelección indefinida no presupone un gran acuerdo”. Luego de subrayar que “el Gobierno viene cometiendo errores inexplicables, como nacionalizar la elección de Misiones”, la mano derecha de Mauricio Macri no oculta su satisfacción por el resultado de la consulta misionera. “Esto nos alienta porque demuestra que los altos índices de imagen positiva del Gobierno no se traducen en votos”, dice.

Desde el espacio de la derecha porteña, Bullrich mostró sus reflejos y le pidió a Elisa Carrió, Macri, Ricardo López Murphy, Roberto Lavagna y al titular del radicalismo, Roberto Iglesias, que se unan para “construir una barrera contra el poder hegemónico”. A pesar de tener tantos padres, la victoria de Misiones no parece ser una fórmula de exportación.