El mes pasado, en Tucumán, la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación organizó el primer Encuentro Nacional de Sitios de Memoria. El objetivo fue articular el trabajo e intercambiar experiencias entre los funcionarios y miembros de organismos de derechos humanos de todo el país que están recuperando lugares en los que funcionaron centros clandestinos de detención. En Tucumán, el gobierno nacional se comprometió a apoyar la creación del Instituto “Casa de la Memoria” en el predio donde actualmente está la escuela Diego Rojas y que, entre 1975 y 1976, fue el centro “Escuelita de Famaillá”. El Ministerio de Defensa planea señalizar con placas todas las dependencias de las Fuerzas Armadas en las que hubo desaparecidos, como ya hizo en Campo de Mayo y en la base Almirante Zar de Trelew. Pero no todos esos sitios serán afectados para espacios de memoria. En la provincia de Buenos Aires existe desde hace tiempo la Casa de la Memoria en Morón, en el terreno en el que estuvo la Mansión Seré, y se anunció la creación de un sitio similar en el Pozo de Banfield. En la ciudad de Buenos Aires, se recuperaron los cimientos de El Atlético, en Paseo Colón y Cochabamba, y se planea construir lugares relacionados con el recuerdo del terrorismo de Estado en El Olimpo, Orletti y una casa de la calle Virrey Ceballos. El gobierno porteño buscará que cada uno tenga un perfil propio, pero será en la ESMA donde se concentre la historia general sobre la última dictadura.