No parece sorprendido por el renunciamiento de Carlos Reutemann a la precandidatura presidencial y le resta importancia política al viaje de su sobrino Eduardo a Santa Fe para entrevistarse con Lole, antes de que éste diera un paso al costado. No desconoce el peso de la interna Menem- Duhalde, pero hace todo lo posible por minimizarla. En diálogo con Página/12 el senador Eduardo Menem, dejó en claro que el sector político que encarna su hermano Carlos está lanzado a la campaña electoral. No es la interna peronista la que los desvela, sino la candidata del ARI, Elisa Carrió, de quien hablan en los peores términos.
–El paso al costado de Carlos Reutemann parece no sorprenderlo. ¿Qué es lo que vio el santafesino que no le gustó?
–La actitud de Reutemann no me sorprendió, porque él nunca había dicho que iba a ser candidato. Nunca lo escuché decir con firmeza que sería precandidato. Más cuando vi las presiones y los acosos a los que fue sometido, tanto por los dirigentes que lo impulsaban, como por los medios. La presión fue la de un escenario en el que se pretendía instalar a Reutemann como el abanderado del antimenemismo en el peronismo. Ese no era un escenario para que aceptara. Qué es lo que puede haber visto, no lo sé.
–¿Fue su sobrino el que viajó a Santa Fe a entrevistarlo?
–No fue a entrevistarlo. Ellos son amigos y viajó como tantas otras veces, pero no llevó ninguna misión, ni hablaron de política. No hay que darle ninguna otra interpretación, como tampoco se la dio Reutemann.
–El renunciamiento beneficia directamente a su hermano.
–No creo que para las posibilidades de Carlos Menem haya sido decisiva la actitud de Reutemann. Con su participación o no, a quien él estima mucho, considera que está en condiciones de ganar la interna primero y después la elección general.
–¿Prefieren una elección polarizada con Elisa Carrió?
–Lo que no sé es si Carrió se va a presentar. Veo que está tomando actitudes que no son propias de quien va a competir en una elección. Lo digo porque empezó a poner condiciones o a amenazar con una abstención revolucionaria. Una abstención claramente caprichosa. Una elección es precisamente poner sus ideas a consideración de la población. Imponer tal o cuál condición realmente es una actitud autoritaria.
–¿Qué tipo de campaña proselitista imagina?
–El estilo político de Carlos Menem nunca ha sido descalificar al adversario, ni de plantear las discusiones en términos de agravios o insultos. Lo va a hacer con propuestas. Se trata de sacar el país adelante. De parte de Carrió estamos seguros que recurrirán al insulto, a la denuncia, a la descalificación, porque es lo único que hace.
–En estos días quien fuera embajador norteamericano en Ecuador cuando se decidió la dolarización reconoció que fue un error ¿Su hermano no toma cuenta de estos datos? Persiste en dolarizar.
–Creo que lo de la dolarización es una de las propuestas. La final saldrá del trabajo de los equipos técnicos, ya que este escenario no será el mismo que vamos a tener en marzo, ni en mayo del año que viene. Ni siquiera sabemos cuántas reservas podrían quedar en el Banco Central.
–¿La palabra autocrítica le dice algo?
–Se pueden hacer muchas autocríticas, pero yo le digo una cosa, los que quieren justificar la devaluación diciendo que la convertibilidad estaba agotada dan argumentos que no son ciertos. Por ejemplo, como efectos del tequila llegamos a tener un 18 por ciento de desocupación en el año ‘95. Cuando entregamos el gobierno era de 13. Reconozco que el índice sigue siendo alto. La convertibilidad permitió acumular reservas por 34 mil millones de dólares de reservas que despilfarró primero el gobierno de la Alianza. Lo que sí se es que sí había que salir de la convertibilidad, no había que hacerlo como se hizo. Se saltó al vacío de forma improvisada. Eldefault y la salida de la convertibilidad, así como la pesificación fueron medidas tomadas por gobiernos que no fueron elegidos por el pueblo, por gobiernos parlamentarios.
–¿Teme que Duhalde le ponga obstáculos a la candidatura de su hermano?
–No creo. Y si así sucede esto se volverá en beneficio de Carlos Menem. Con Duhalde sí hay una gran distancia y esa es la interpretación política. En su momento había proclamado que el modelo se había agotado por exitoso. Menem seguía sosteniendo que era posible continuar con el modelo. Claro que manejándolo. No olvidemos que el país creció a un promedio de un 5 o 6 por ciento anual. El riesgo país estaba debajo de 500 puntos. Además hay que recordar que la Alianza había propuesto mantener la convertibilidad. Y la gente votó el mantenimiento del modelo.
–¿Usted sostiene que el problema fue el manejo del modelo?
–Lo político incidió en lo económico. La renuncia de Carlos Alvarez generó desconfianza, a eso se le sumó las disputas políticas entre la gente del Frepaso y el radicalismo. Luego la de los distintos grupos de la UCR. Posteriormente comenzaron a modificar la convertibilidad incorporando al euro a la canasta de monedas y finalmente modificaron la autonomía del Banco Central. En verdad, esto fue una crisis política que derivó en la violación de normas vitales para el funcionamiento de la convertibilidad.
–A su hermano los escraches lo siguen adonde va ¿Cómo sigue ahora su campaña proselitista?
–No le doy tanta importancia a los escraches, como le dan otros, ya que en definitiva escrachan a todo el mundo. También hubo un manejo mediático que se olvidó que acá gobernó la Alianza.
–¿Está de acuerdo con las iniciativas parlamentarias para lograr la caducidad de todos los mandatos?
–Si vamos a hacer varias reformas, estoy de acuerdo en la realización de una convención constituyente. A su vez considero que esta es la única manera posible para lograr la caducidad de los mandatos. Sí vamos a hacer elecciones generales y una posterior constituyente sólo para permitir la renovación de todos los mandatos, es como matar una hormiga con un cañón.
–¿Se imagina en la oposición a Elisa Carrió Presidente?
–Me imagino un desastre. Tengo un concepto muy negativo de la diputada Carrió. No tiene ninguna experiencia de gobierno, no tiene ninguna idea para poner en práctica. Basó su campaña por su presencia en los medios. Saturó los medios, el que hace zapping la ve en todos los canales, en todas las radios, en todos los diarios. Ha hecho su campaña basándose en denuncias, que en muchos casos fueron falsas. Como la de que yo fui a recibir a Gaith Pharaon al aeropuerto de Ezeiza, en tiempos en los que no vivía en Buenos Aires. No tiene propuestas.