La Corte Internacional de Justicia de La Haya dio rápido curso al pedido de amparo presentado ayer por Uruguay por los cortes de ruta en Gualeguaychú y convocó a una audiencia para el 18 de diciembre para escuchar a las partes. A tono con las últimas respuestas que viene dando el gobierno argentino, los representantes de Cancillería objetarán allí la competencia del Tribunal para discutir la legitimidad de los cortes. “Es lo mismo de siempre, desvían la atención del punto principal que es la violación del Tratado del Río Uruguay”, sostenían en la Cancillería argentina.

El gobierno de Tabaré Vázquez reclamó en el escrito presentado el martes una resolución “urgente” para “prevenir la provocación o la extensión del conflicto” generado alrededor de las papeleras. El canciller Reinaldo Gargano argumentó en ese momento que recurrían a La Haya para “que el gobierno argentino actúe como debe hacerlo frente a esta situación” y que esperaban que “antes del verano para evitar los obstáculos en los pasos fronterizos”.

Los argumentos, se nota, le parecieron pertinentes a la Corte, que dio curso de inmediato a la solicitud y fijó la fecha del encuentro para dentro de veinte días. La medida fue celebrada por la Cancillería uruguaya, en donde vieron esa celeridad de los magistrados como un anticipo de que el Tribunal fallará a su favor.

“Uruguay indicó que desde el 20 de noviembre grupos organizados de ciudadanos de la Argentina han bloqueado un puente internacional vital sobre el río Uruguay”, consignó el texto oficial que la Corte colocó ayer en su página web. Y agregó que “se preponen hacerlo hasta finales de febrero” próximo, es decir, durante todo el verano, con lo cual el Uruguay se vería privado en “centenares de millones de dólares” por comercio y turismo, siempre según la argumentación uruguaya reproducida por el tribunal.

El argumento uruguayo es que en la medida que el conflicto se debata en el Tribunal –en enero Argentina debe presentar la “minuta” en respaldo a sus argumentos– el gobierno de Néstor Kirchner debe “abstenerse de cualquier medida que pudiera agravar, ampliar o hacer más difícil el fin de este conflicto y evitar cualquier otra medida que pudiera perjudicar los derechos de Uruguay en conflicto antes de que se expida la Corte”.

Aunque todavía era muy rápido para evaluar la respuesta, en la Cancillería argentina adelantaban que no se apartarán de la línea que han mantenido hasta el momento. Esto es, que Argentina recurrió a La Haya para que se debatiera si Uruguay había violado el Tratado del Río Uruguay al permitir que se levantaran las plantas pasteras en la orilla y no para discutir sobre los cortes de ruta.

El presidente Néstor Kirchner expresó en más de una ocasión que no está de acuerdo con la metodología de los cortes, pero dejó en claro que no dispondrá la desarticulación del corte por la fuerza, como sugerirían los planteos de Uruguay.