El senador y fugaz ex presidente Ramón Puerta fijó ayer su posición en la interna del peronismo. Cuando lo consultaron por las declaraciones de Carlos Menem, que había criticado duramente a Eduardo Duhalde, el misionero usó un argumento de catástrofe para respaldar al Gobierno. “No veo otra salida que no sea la guerra civil si esto fracasa. Pónganse si no, a pensar en las alternativas que hemos desarrollado: todas fueron fracasando”, señaló.
La historia de Puerta, uno de los referentes del Frente Federal, es curiosa: fue designado segundo en la línea de sucesión presidencial días antes de la renuncia de Fernando de la Rúa, cuando el peronismo olía el final anticipado del Gobierno. Asumió el cargo cuando el radical decidió alejarse de la Presidencia, pero apenas lo retuvo por unas horas: las complicadas negociaciones desembocaron en la designación de Adolfo Rodríguez Saá como jefe de Estado interino.
Sin embargo, una semana después el puntano también renunció, aunque esta vez Puerta se negó a asumir la responsabilidad: renunció también a su cargo y la Presidencia quedó en manos del jefe de Diputados, Eduardo Camaño. Horas después la Asamblea Legislativa elegía a Duhalde como Presidente hasta el 2003.
“No veo otra salida que no sea la guerra civil si esto fracasa. Lamentablemente, ésta es la última oportunidad de un sistema que, si no, se agota en sí mismo”, dijo el senador cuando le preguntaron sobre su respaldo al Gobierno.
También se refirió a la interna del PJ, agudizada en estos días por la pelea entre Carlos Menem y Duhalde, que retomaron su disputa luego de que el riojano acusara al Presidente de “inepto” y cuestionara duramente su plan económico. “Más allá de la mala relación personal entre los dos, quedé sorprendido porque me parece que el momento del país no permite a nadie salir con una injundia marcando posiciones rupturistas o diferencias”, dijo Puerta.