–Durante el corto gobierno de Adolfo Rodríguez Saá, quedó flotando en el aire la intención de anular el decreto que disponía la no extradición de militares requeridos por la justicia internacional. ¿Cuál es su posición al respecto?
–Ni siquiera me puse a analizarlo. Lo que quiero aclarar es que Rodríguez Saá no firmó ningún decreto. Además, acá tenemos tantos problemas. Hay que resolver este tema, redefinir el rol de las Fuerzas Armadas en un sistema democrático. Pero todo no lo podemos encarar ahora.
–¿Cree que el ministro de Defensa, Horacio Jaunarena, es el hombre adecuado para esto?
–No sabemos. Yo tengo un gran respeto por él. Pero bueno, lo importante es lo que opine el Presidente. Pero por estos días me ocuparé de los otros temas: lo social, la clase media, las empresas nacionales. Tenemos que arrancar con lo que tenemos, con lo que hay.