Boston Globe
El colapso económico de la Argentina es el último fracaso de un modelo único que Estados Unidos trató de imponer en todos los países en desarrollo. Los que criticaron al modelo frecuentemente fueron acusados de proteccionistas, y de anarquistas. Pero entre ellos están algunos de los economistas más eminentes del mundo. Luego de seguir la fórmula norteamericana, algunas economías en el este asiático encontraron serias dificultades a fines de los ‘90. Demasiados capitales extranjeros llegaron en abundancia, y cuando la burbuja explotó, regresaron a borbotones. Otro problema es que Estados Unidos les dice a estos países que “hagan lo queyo digo, pero no lo que yo hago”. Por ejemplo: cuando Estados Unidos se estaba desarrollando como nación en el siglo XIX, tenía tarifas altas para proteger a la industria.(Robert Kuttner)

Washington Post
Duhalde podría tener éxito en calmar momentáneamente los nervios. No obstante, los métodos de intimidación, propios de sus viejos hábitos, no pareciera que vayan a funcionar como lo hicieron otra vez. Tras diecinueve años de democracia, las masas urbanas de la Argentina están exigiendo respuestas. El presidente Bush ya manifestó que Estados Unidos apoyará al FMI en su propósito con la Argentina, una vez que la nueva política se establezca. La Argentina necesitará más que esa ayuda: esta vez el dinero será condicionado a reformas serias no sólo en materia económica sino también en acabar con la corrupción, el ineficiente sistema de Justicia y el establecer normas de transparencia y de responsabilidad ejecutiva.(Noga Tarnopolosky)

Los Angeles Times
Ahora, la Argentina necesita adoptar un sistema de cambio flotante. También necesita independizar a los créditos de la exigencia del dólar por casi cualquier transacción, incluyendo el pago del alquileres. Políticamente, esta “desdolarización” será la tarea más difícil de Duhalde, teniendo en cuenta que la mayoría de los contratos a largo plazo son en dólares. El nuevo presidente parece tener el apoyo del establishment político. Actualmente necesita la valentía de decirles a los que sufren que van a sufrir aún más, y soportar su furia mientras una austeridad juiciosa lentamente traiga a la Argentina de regreso de la catástrofe. Si puede mostrar eso, va a merecer el apoyo de las instituciones financieras internacionales y de Estados Unidos. (Editorial)