Aunque algunas opiniones anticipaban que el conflicto con los docentes en Neuquén entraría en una impasse el viernes, la realidad demostró lo contrario. La ocupación de escuelas por parte de simpatizantes del Movimiento Popular Neuquino indignó a los maestros. La respuesta no se hizo esperar. Pese a la carta que el viernes a la noche les envió el ministro de Hacienda y Finanzas (también a cargo de Educación, Seguridad y Trabajo), Claudio Silvestrini, ofreciendo subir el sueldo mínimo a 1240 pesos, los afiliados de ATEN rechazaron la oferta porque “achata la escala salarial” y reclamaron el pase a planta de unos cuatrocientos porteros de escuela. Mañana habrá una marcha y el martes una asamblea para decidir el rumbo del conflicto.

“La toma de las escuelas por las patotas nos dio muchísimo aire. Entre los punteros se lo vio al ministro de Salud, Fernando Gore. En vez de resolver los temas de los hospitales, donde no hay anestesistas ni oncólogos, se presentó en una escuela para pedir que levantemos el paro”, dijo a Página/12 la secretaria adjunta de ATEN capital, Silvia Venero.

La indignación de los docentes derivará en la continuidad del paro. Ayer una pareja de maestros denunció que su hijo de 13 años recibió amenazas en su teléfono celular. El matrimonio de Jorge Toledo y Ruth Zurbriggen denunció que en la noche del viernes su hijo fue amenazado por una voz anónima. “Lo llamaron por su nombre y le dijeron que se cuidara, que sabían dónde vivía y que lo iban a matar”, relató Zurbriggen. Se sumó también la denuncia de los directores de ochenta colegios de todos los niveles de la capital neuquina, que dijeron haber recibido presiones por parte de funcionarios y miembros del MPN. Les ordenaron que reabrieran las escuelas.