El jefe de Gabinete, Alberto Fernández, habló ayer de los dos asuntos que por estos días ocupan la atención del Gobierno: el episodio del camión que volcó frente a la casa de Néstor Kirchner en Río Gallegos y el caso Skanska. “No cabe ninguna duda, eso está clarísimo”, insistió el funcionario en cuanto a que la intención del custodio José Mansilla Alarcón fue atentar contra la vivienda del Presidente. Y del affaire planteado en torno de la construcción de los gasoductos Norte y Sur no sólo reiteró que se trató de una “licitación privada”, sino también que de haber algún funcionario involucrado el Gobierno “lo echaría en el acto”.

La referencia pública de Fernández al episodio protagonizado el último sábado por Mansilla Alarcón apuntó a consolidar el discurso oficial del atentado. “No cabe ninguna duda, eso está clarísimo. Después hay que entrar a discutir si la persona está en su sano juicio o no, que vamos a ver qué dicen los peritos”, afirmó el jefe de Gabinete.

La tribuna que utilizó Fernández para fijar su posición al respecto fue Radio 10. Además de recalcar que “nadie pone en tela de juicio” que el custodio “fue con su camión claramente para chocarlo contra la casa del Presidente”, el funcionario señaló que se puede “entrar a discutir si la persona está en su sano juicio o no”, y planteó que “da la impresión de que esta persona estaba en actividad, trabajando en una agencia de seguridad y sería más que peligroso tener como agente de seguridad a un loco trabajando”. Lo mismo había planteado días atrás el propio Kirchner.

“Si analizamos cuidadosamente los pormenores de la licitación, se advierte claramente que fue convocada por TGN (Transportadora Gas del Norte), que las empresas seleccionadas fueron seleccionadas por TGN y que la licitación se hizo sobre la base de un presupuesto hecho por TGN”, declaró por la misma emisora el jefe de ministros, ya en relación con el caso Skanska. En ese sentido, aseveró que “la única intervención que le cupo al Gobierno” fue “ante el precio mayor del presupuesto que había hecho TGN, decirle que pidiera que bajaran los precios o convocaran a nueva gente”.

El jefe de Gabinete sugirió que en virtud de que “todos los precios ofertados” fueron “mayores al precio de TGN” fijado en su presupuesto, “cabría pensar o que TGN hizo mal el presupuesto o que hubo una suerte de acuerdo entre los oferentes para que todos los precios subieran”. Aclaró, de todos modos, que no existe “ningún indicio” que involucre a algún funcionario del Gobierno y repitió que “si alguien estuviera involucrado”, el Ejecutivo “no esperaría la sentencia judicial, sino que lo echaría en el acto del Gobierno, tal como ya lo dijo el Presidente”.