EL PAíS
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“La verdad, ésta es una interna requetetransparente, con justicia”
Después del acto y antes del almuerzo en un inmenso restaurante, De la Sota habló con Página/12 de su campaña. Y mostró un peculiar entusiasmo por cómo será la interna justicialista.
› Por Martín Piqué
–Después del acto ¿siente que el PJ bonaerense ya decidió apoyarlo?
–Siento que hay mucha militancia, hay muchas compañeras y compañeros que la han puesto un clima de algarabía a nuestro primer paso en Buenos Aires. Hay que trabajar mucho, mucho, visitar ciudad por ciudad, localidad por localidad, aquí hay que volver a ganarse la confianza y amistad de la gente. Eso es muy difícil porque hay mucha bronca contra la política.
–Usted siempre reclamó elecciones anticipadas para legitimar el poder con el voto. Entonces ¿por qué demoró tanto su candidatura? ¿Por las encuestas?
–En un primer momento le di un respaldo desinteresado, sincero, a Lole, porque creí que él era el que podía unir más el peronismo. Cuando tomó la decisión de no participar, que yo respeto, entonces lo medité y decidí que tenía que estar, que uno no se puede quedar con los brazos cruzados cuando la patria está tan mal.
–Lo que dijo Reutemann, de que vio cosas que no podía comentar, ¿a usted no le preocupa?
–Yo no le temo a nada, en el sentido de que si hay cosas que no me gustan y aparecen en la interna, yo seré el primero en denunciarlas, pero la verdad esta es una interna requetetransparente, porque va a intervenir la Justicia, los partidos no van a poder manipular padrones, porque se va a votar con al padrón general, podremos votar en el partido que se nos cante, y nadie va a saber en qué partido votamos.
–A la vez, les permite a los partidos con más estructura influir en los que tienen menos aparato.
–No, yo creo que los aparatos con este esquema no tienen ninguna influencia. Si acá va a ir un Pérez, DNI 10.236.428 y va a entrar al cuarto oscuro, ni siquiera debe decir en qué partido vota. Nunca va a haber una elección más transparente que ésta. Va a ayudar también a sincerar el discurso porque ¿qué pasaba con las internas cerradas?, había un mensaje para los partidarios y para los independientes después.
–Hablando de transparencia, en San Luis expresaban disgusto por la versión de que el Gobierno agilizó una deuda que había con Córdoba y que podría servir para pagar su campaña.
–Eso es falso. Mejor, callarme la boca. De los otros candidatos me he propuesto no hablar y no voy a hablar nunca. Están diciendo que me han dado cien millones, ¿adónde me los van a dar?
–¿Qué es lo que no quiere decir? ¿Usted tiene información sobre las fondos de campaña de otros candidatos?
–No, no, cada uno sabrá qué es lo que hace, yo lo voy a mostrar transparentemente. Todo lo que reciba de apoyo, de quien lo reciba, lo voy a poner a disposición de todos. Lo ideal sería que la OEA o algunas de las organizaciones con transparencia internacional vinieran a controlar.
–En su caso, ¿con qué fondos hará la campaña?
–Hasta ahora nada, simplemente lo estamos haciendo con lo que nos apoya cada compañero en cada distrito. Y volviendo a este tema de la ayuda del Gobierno nacional a Córdoba, eso es falso. El Banco Mundial me dio un crédito de trescientos millones de dólares, firmé el crédito con Cavallo y De la Rúa, me dieron los primeros cien millones y después vino el default, y no me dieron más nada. Falta que me den doscientos millones de dólares.
–Usted dijo que un presidente no debe mentir, refiriéndose a Menem.
–No, a mí me preguntaron si un presidente no ha declarado una cuenta, y después la reconoce, cuál es su opinión: que un presidente aquí en la Argentina y en cualquier lugar del mundo no debe mentir, porque la gente tiene que aprender a confiar mucho en su presidente. Mire lo que costó a Clinton mentir, pasó un momento difícil. En este caso del ex presidente Menem, yo no sé si él mintió o no, tendrá que demostrarlo, yo lo único que he dicho es que no se debe mentir, la gente tiene que volver a confiar.
–¿Qué ministro de Economía nombrará si usted llega a ser Presidente?
–Es lo de menos. En mi gobierno, los dos ministros más importantes tendrían que ser el canciller, para que nos integremos al mundo, y quien esté a cargo de la educación, que es lo mejor que podemos hacer por nuestra gente. Cuando un ministro de Economía figura es porque la economía anda mal. En los países que andan bien, la gente ni sabe los nombres de los ministros de Economía.
–¿Piensa que el Estado debe intervenir para detener la extranjerización de algunas empresas? Me refiero al caso de Pérez Companc y Petrobras.
–El Estado tiene que ser un organismo que garantiza la competencia. Cuando hay compras o ventas que alteran las posibilidades de competir, es natural que el Estado garantice que haya competencia. Esto ocurre en Estados Unidos, en Europa, es normal que así sea. El caso de Telefónica, por ejemplo, ¿no han tenido que vender el canal Azul porque tenían la acumulación de medios que no estaba permitido?
–¿Cómo reactivaría? ¿Con un plan de un millón de viviendas?
–La obra pública ayuda en determinados momentos. Pero no es una solución definitiva. Es transitoria. Creo que Argentina tocó fondo. Ahora que se acabó la plata, y desconfiamos todos de todos, y estamos cada día más tristes, ha llegado el momento de poner cimientos sólidos. No es cuestión de soluciones facilistas, como viviendas, que toman empleo por un determinado lapso, no para siempre. Necesitamos un modelo que aproveche realmente nuestras ventajas comparativas.
–Usted dijo que no va a hablar de otros candidatos, pero le quiero preguntar algo puntual. ¿Qué opina de la gestión de Rodríguez Saá, del mensaje a la Asamblea Legislativa cuando anunció que no iba a pagar la deuda?
–Si le doy mi opinión voy a tener réplicas y no quiero. Cuando debatamos el país que queremos voy a dar todas mis opiniones. Aisladamente, lo único que origina son controversias. Y yo no quiero tener controversias. Yo disfruto estando con la gente, compartiendo ideas, y no me gusta amargarme por tener que escuchar la radio o tener que ver los diarios todos los días para ver quién me puteó.
–A usted le molesta que le digan el candidato de Duhalde. Pero en el acto de hoy estaba Aníbal Fernández, José María Díaz Bancalari...
–Somos amigos, y compartimos con ellos una tarea que llevamos para adelante.
–Digo, salvo Chiche y Duhalde, estaba todo el duhaldismo... ¿Qué significa eso?
–Bueno... un apoyo. Duhalde, además de ser el presidente de transición de la Argentina, es el líder más importante del peronismo bonaerense. De la misma manera que lo es Reutemann en Santa Fe. Para cualquier candidato, el apoyo de ellos dos es fundamental.
–¿A usted ese apoyo le va a permitir ganar?
–No. Todo va a depender de que logre convencer a los argentinos de que me crean. Porque yo puedo tener el apoyo de los dirigentes más prestigiosos, los más notables, que si lo que yo planteo la gente no lo acepta el apoyo pierde eficiencia.
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