EL PAíS • SUBNOTA
El obispo de San Rafael, Eduardo María Taussig, al frente del Tedéum en Mendoza consideró que “es oportuno dar gracias a Dios por estar a las puertas de nuevas elecciones en el ejercicio de nuestra democracia”.
› Por Washington Uranga
Con una homilía cargada de referencias históricas que vinculan a la Iglesia y al catolicismo con momentos trascendentes de la vida de la Argentina como nación y con un llamado de “fidelidad a la democracia” utilizando palabras de Benedicto XVI, el obispo de San Rafael (Mendoza), Eduardo María Taussig, presidió ayer el Tedéum (ceremonia de acción de gracias) celebrado en la Basílica de Nuestra Señora del Carmen de Cuyo, en la capital mendocina, con la participación del presidente Néstor Kirchner, de la senadora Cristina Fernández, ministros, autoridades nacionales y provinciales. Coherente con su sólida formación teológica y académica, el obispo Taussig hizo un repaso que comenzó por explicitar el sentido de la celebración litúrgica del Tedéum, para luego recordar momentos históricos clave en los cuales se elevó esta plegaria de acción de gracias, para terminar haciéndose eco de un texto reciente de la Conferencia Episcopal Argentina a través de una “oración por la patria”.
En la parte de la alocución más vinculada con la actualidad el obispo Taussig recordó que “para octubre de este año está convocada la sexta elección presidencial consecutiva desde 1983”. Por ese motivo, y en vista de que “los desencuentros entre los argentinos impidieron muchas veces –en vocablos de Cornelio Saavedra– que fuera el pueblo el que confiriera la autoridad y mando, y frenaron –en palabras del santo padre Benedicto XVI– nuestra fidelidad a la democracia”, el obispo mendocino expresó su alegría y agradecimiento por tal acontecimiento.
“Estimo oportuno dar gracias a Dios –dijo– por estar a las puertas de nuevas elecciones en el ejercicio de nuestra democracia, y que, con los logros y las dificultades que hemos experimentado en estos años, consolidemos la vida sana de la República como un anhelo común.” Sin embargo, agregó que “no viene mal recordar a este respecto” un reciente llamado del Papa a la “fidelidad a la democracia”. Según Benedicto XVI, citado por Taussig en su homilía, la “fidelidad a la democracia es la única que puede garantizar la igualdad y los derechos de todos”. Porque, afirma, “se da una especie de dependencia recíproca entre democracia y justicia, que impulsa a todos a comprometerse de modo responsable para que se salvaguarde el derecho de cada uno, especialmente de los débiles y marginados”.
Siguió diciendo el obispo, siempre citando al Papa, que “la Justicia es el banco de pruebas de una auténtica democracia. Dicho esto, no hay que olvidar que la búsqueda de la verdad constituye al mismo tiempo la condición de posibilidad de una democracia real y no aparente”, subrayando la idea de una democracia “con valores” porque de lo contrario “se convierte con facilidad en un totalitarismo visible o encubierto como lo demuestra la historia”. Taussig hizo también una “invitación a trabajar para que aumente el consenso en torno de un marco de referencias comunes”, porque “de lo contrario –dijo utilizando nuevamente palabras de Benedicto XVI–, el llamamiento a la democracia corre el riesgo de ser una mera formalidad de procedimiento, que perpetúa las diferencias y acentúa los problemas”.
Taussig, que el próximo 4 de julio cumplirá 53 años, es obispo desde el año 2004 y la diócesis de San Rafael es el primer destino como titular diocesano. A pesar de que su jurisdicción abarca los departamentos del sur mendocino (San Rafael, General Alvear y Malargüe) asumió la responsabilidad de presidir el Tedéum en la capital a pedido de su colega José María Arancibia, arzobispo de Mendoza, ausente en este momento del arquidiócesis. Cuando la Presidencia de la Nación decidió que los actos del 25 de Mayo se realizarían en Mendoza y comunicó en consecuencia la solicitud del acto religioso al arzobispo Arancibia, este último puso en conocimiento de la Casa Rosada que en la fecha estaría en Brasil, participando de la V Conferencia General de los Obispos de América latina y el Caribe, para la cual había sido elegido como representante argentino. Fue entonces cuando el propio Arancibia invitó a Taussig a ocupar su lugar.
El arzobispo de Mendoza es un hombre de reconocida moderación y de diálogo fluido tanto con funcionarios nacionales como con el gobierno que encabeza Julio Cobos en Mendoza. Taussig, en cambio, se enrola entre los sectores más conservadores del Episcopado argentino y su designación había despertado inquietud en los círculos próximos a la Casa Rosada a sabiendas de los disgustos presidenciales por afirmaciones tanto del cardenal Jorge Bergoglio, en Buenos Aires, como del arzobispo Luis Villalba, en Tucumán, en ocasiones similares anteriores.
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