“El estudio encargado por la Conapris verifica que la cantidad de abortos se aproxima a la cantidad total de nacimientos, y en esto no importa cuántos de los abortos han sido voluntarios y cuántos espontáneos: el desarrollo de una gestación es altamente sensible a cómo ha recibido la mujer la noticia de ese embarazo, y son muy frecuentes los abortos espontáneos por causas psíquicas”, señaló Marta Rosenberg, integrante del Foro por los Derechos Reproductivos, entidad encolumnada en la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto, que el lunes pasado presentó en el Congreso un proyecto de ley de interrupción voluntaria del embarazo.

“Esa cantidad de abortos señala la importancia de un síntoma social que muestra una falla del orden disciplinario patriarcal: muestra con eficacia las grietas del orden patriarcal, al poner en juego el poder de las mujeres tanto para dar a luz y criar como para interrumpir el embarazo. Es cierto que muchas veces triunfa el poder del mandato a la maternidad obligatoria. Y esto llega a suceder incluso en las condiciones más extremas, como el caso de Ana María Acevedo, la chica de 20 años que, en el Hospital Iturraspe de Santa Fe, murió de cáncer porque le fueron negados el tratamiento y el aborto terapéutico ya admitido por la ley”, agregó Rosenberg.

“Pero, sobre todo –subrayó la militante por el derecho al aborto–, todas esas mujeres no aceptan la imposición de un rendimiento más vinculable con la ganadería que con una subjetividad ciudadana: este dato afirma que las mujeres no son vientres, sino personas. De hecho, el aborto es la solución que toman muchas mujeres confrontadas a la crisis que implica un embarazo involuntario, y lo hacen con independencia de sus convicciones religiosas o ideológicas: la mayoría de las mujeres que abortan son católicas.”

“Nuestra campaña nacional lee esta ocurrencia enorme del aborto en la Argentina como una resistencia activa de las mujeres a soportar el estereotipo de que todo embarazo supone el deseo del hijo, y por eso el proyecto presentado el 28 de mayo quiere abrir la posibilidad del aborto voluntario, legal, seguro y gratuito”, concluyó Rosenberg.