La casa de gobierno de Neuquén, una mezcla de castillo medieval y fuerte de la campaña al desierto, muestra las marcas del campamento que montaron los docentes en plena huelga, persianas pintadas con aerosol para tachar las leyendas contra el gobernador, y aún conserva intacto un mural sobre sus paredes que reproduce el fusilamiento del profesor Carlos Fuentealba. Adentro, en una amplia oficina que da a uno de sus jardines internos, Jorge Sobisch anunció –en una entrevista con Página/12– que continuará su campaña presidencial. Reiteró que para “hacer cumplir la ley” ordenaría nuevamente la represión, como la que hace dos meses le costó la vida al maestro.

–¿Va a retomar su campaña presidencial?

–Sí, rápidamente reiniciaré la tarea en todo el país con el partido Provincias Unidas y en los próximos días, de la misma manera que hice una pausa cuando tuve la provincia en crisis, tomaré la decisión: no lo quiero hacer montado en el triunfo del MPN.

–¿No se quiere montar sobre el triunfo o se siente parte de la victoria del MPN?

–Soy parte del triunfo. Soy presidente del partido, gobernador con más de siete años de gestión. La oposición decía “no a la continuidad, sí al cambio” y, si la gente votó al MPN, votó también a este gobierno. Nuestro candidato fue cuatro años mi vicegobernador y ministro de Gobierno de mi primera gestión. Nadie desconocía eso.

–Pero Sapag dijo que el MPN retomaría su tradición prescindente en la campaña presidencial.

–No entendieron sus palabras. Yo tengo el apoyo unánime de mi partido para mi candidatura presidencial. Puede ser que él no participe en las giras porque estará en otra tarea.

–Parece que hay un cortocircuito muy grande de opiniones sobre este tema.

–No existe cortocircuito. El apoyo a mi candidatura ya está resuelto.

–También dijo que hay que revertir la situación de confrontación con el gobierno nacional y el Presidente.

–Si entiende que puede tener una mayor coparticipación y una mayor renta petrolera hablando con Kirchner, él lo decide. No estamos de acuerdo en que el Presidente se quede con recursos que no le hemos delegado.

–Sapag afirmó que el MPN debe recuperar su “perfil progresista”, una afirmación que invierte las alianzas ideológicas que usted, como autoridad partidaria, ha elegido, incluso con Carlos Menem. ¿Lo comparte?

–El que mejor se llevó ideológicamente con Menem fue Kirchner, (Domingo) Cavallo y sus amigos, como Alberto Fernández. Nosotros nos negamos a privatizar las empresas neuquinas.

–¿Usted no se llevó bien con Menem en lo ideológico?

–En lo ideológico yo siempre voté a los peronistas. Lo voté a (Eduardo) Duhalde y lo voté a Menem. Como dijo Cacho Castaña, “parece que nadie votó a Menem y nadie usa Viagra” (sonríe). El primero que pasaba por el besamanos era el actual Presidente.

–Muchos afirmaron que su sueño presidencial se acababa con el asesinato de Fueltealba.

–No era momento para pensar en candidaturas ante un hecho de estas características. Ahora, encaminada la provincia, puedo empezar a pensar en mis expectativas.

–¿Sigue sin arrepentirse de haber ordenado la represión para desalojar la ruta?

–Ese es un juego de palabras, yo cumplí con la ley y la Constitución. Yo asumí mi responsabilidad política y todavía no he escuchado a ningún dirigente gremial que asuma la responsabilidad por cortarle la libertad al resto de los argentinos.

–No es lo mismo ordenar una represión que costó una vida que impedir el paso de turistas.

–Usted me está cambiando el eje otra vez. Estamos hablando de una ciudad cercada que aislaba la provincia de Neuquén, no sólo para los turistas sino también para los camiones y la gente.

–Pero la represión se dio sin que existiera el corte y cuando los docentes ya se retiraban.

–No es como usted dice.

–Todas las imágenes de TV y el relato de los testigos mostraron eso.

–Eso no lo niego. Lo dijo el propio jefe de la policía, hubo un asesinato y asumiremos las consecuencias que sean necesarias.

–¿No cree que va a ser una mochila muy pesada de cargar en su candidatura?

–No lo he pensado en ese sentido.