El 9 de enero del 2006 el comisario Fanchiotti y el cabo Alejandro Acosta fueron condenados a prisión perpetua, como coautores de los asesinatos de Darío Santillán y Maximiliano Kosteki. Los policías fueron considerados coautores de los homicidios, ya que durante la represión avanzaron juntos disparando con balas de plomo contra los manifestantes. Por otra parte, los oficiales Félix Vega, Carlos Quevedo y Mario de la Fuente recibieron penas de 4 años por encubrimiento agravado; Gastón Sierra y Lorenzo Colman 3 y 2 años por la misma figura, y Celestino Robledo 10 meses en suspenso. Carlos Leiva, el policía que no llegó a ser juzgado en aquel juicio oral por haber estado prófugo, fue condenado en diciembre pasado a seis años y seis meses de prisión como responsable de tres intentos de homicidio. El día de la represión, Leiva estaba haciendo trabajos de custodia en un banco de Avellaneda y cuando empezó la represión se sumó vestido de civil. La televisión lo filmó mientras disparaba sobre los manifestantes que corrían escapando por la avenida Mitre. Aquellas imágenes de Crónica TV, difundidas luego por Página/12, permitieron que el cabo fuera identificado. La sentencia fue dictada tras un juicio abreviado. Los jueces Nicolás Amoroso, Daniel Petrone y Gustavo Ramilo sostuvieron que Leiva “actuó con conocimiento y voluntad de afectar la vida de otras personas, con total desprecio por la vida humana”.