Los gremios de los trabajadores de las empresas de servicios privatizadas reclamaron al gobierno participar en las renegociaciones de los contratos de concesión, así como en cualquier tipo de cambio de las reglas de juego, por ejemplo los aumentos de tarifas. También demandaron participar de los organismos estatales de control de los servicios públicos. Lo hicieron durante una reunión mantenida con Eduardo Duhalde, quien, fiel a su estilo, aseguró que daría satisfacción a los reclamos aunque sin especificar cómo.
Los gremios están agrupados en la flamante Confederación Argentina de Trabajadores de Empresas Privatizadas (CATEP), que incluye a los empleados de las ferroviarias (La Fraternidad y la Unión Ferroviaria), las eléctricas (Luz y Fuerza y Federación de Trabajadores de Luz y Fuerza), telefónicas, gas, petroleras (SUPE) y correos (Foecyt).
Durante el gobierno de Carlos Menem la mayoría de los gremios apoyó el proceso de privatizaciones y en algunos casos ese apoyo llegó hasta la participación directa en la gestión de las nuevas empresas. Hoy la agenda es distinta y la postura más compleja porque debe atender a la vez a dos puntas. Por un lado la renegociación de las concesiones y el debate sobre “tarifas sociales” para la población de menores recursos, tarifas que pueden ser cuestionadas por los usuarios como un modo de aprobación de los futuros aumentos. Por otro lado, la mayor debilidad gremial por el fantasma de los despidos. Y en el medio, el análisis sobre el difícil equilibrio entre la reinversión y la rentabilidad. Aquí es donde aparece, por ejemplo, la discusión sobre si contemplar o no con indulgencia a las empresas porque tomaron préstamos en dólares en el exterior.
En su rol de presidente de CATEP, el titular de Luz y Fuerza, Oscar Lescano, estuvo a tono con el discurso del presidente al afirmar que “las privatizadas tuvieron rentabilidad durante 10 años”. Pero inmediatamente agregó que “no podemos pretender que un capital que venga a invertir en el país no tenga ganancia, la ganancia adecuada, la ganancia lógica”. Las empresas “pretenden a lo mejor ganar 20 o 25 por ciento, pero creemos que con 5 o 7 por ciento anual pueden vivir, y por eso necesitamos participar (en la renegociación), porque nosotros conocemos el negocio y sabemos cuándo ganan y cuando no”, agregó. Luz y Fuerza, bajo el nombre de Fatyf, participa en varios consorcios de generación eléctrica.
El sindicalista denunció también que en los últimos meses “hubo más de 4200 trabajadores” despedidos, aunque no de planta sino contratados, y “que las empresas privatizadas han abandonado la inversión para mantener infraestructura, se está haciendo apenas el mantenimiento preventivo, pero no el correctivo”.
En algunas provincias e inclusive en La Plata “ya hay cortes programados”, concluyó.