Desde Neuquén

El viento soplaba como tantas mañanas de invierno en las que él iba para dar sus clases de Química. Y en medio de la estepa patagónica, en lo que los neuquinos conocen como el barrio de la Cuenca XV, desde esta semana el colegio CPEM Nº 69 se llama Compañero Carlos Fuentealba. Ni la lentitud de la Justicia ni la inercia de un poder político que mira para otro lado y está en franca retirada de aquí a diciembre opacaron lo que nuevamente fue una demostración de fuerza por parte de los docentes neuquinos que siguen exigiendo “¡Justicia Ya!” y “Basta de impunidad” en este caso que sigue conmoviendo a esta provincia a cinco meses de ese 4 de abril en la ruta 22.

“Pasaron cinco meses sin justicia y el dolor es más profundo porque uno ve que todos nuestros reclamos por los que fue fusilado nuestro compañero Carlos (Fuentealba) siguen vigentes. A los cuales ahora le sumamos que exigimos el juicio y castigo a todos los responsables de este asesinato. No solo los responsables materiales sino también los ideológicos”, dijo a Página/12 la directora del CPEM 69 Patricia Varela, quien agregó que “para nosotros ver cómo el gobernador (Jorge Sobisch) sale a hacer campaña presidencial sin haberse hecho responsable del fusilamiento de nuestro compañero nos da muchísima bronca e indignación”.

Las letras en metal con el nombre del profesor asesinado fueron realizadas por el EPET17, una escuela industrial que está pegada a la secundaria donde enseñaba Fuentealba. “Nuestros chicos no están bien porque tienen mucha tristeza. Pero ellos mismos nos pidieron hacer este homenaje a quien fuera no sólo un excelente profesor, sino que siempre fue sentido como un compañero de todos. Así era Carlos y así lo recordaremos”, expresó, entre lágrimas, la directora Varela.

Más de 50 escuelas de nivel primario y secundario mandaron sus abanderados para el acto. “Fue muy emocionante porque todos saben lo que Carlos quería esta escuela”, dijo a Página/12 al terminar el acto Sandra Rodríguez, viuda del maestro asesinado. “A cinco meses del fusilamiento de mi compañero sigo pidiendo la renuncia del gobernador (Sobisch), ya que él y todos los que estuvieron en el operativo en Arroyito tuvieron un plan de acción común para lograr el objetivo de muerte, lamentablemente, de mi compañero Carlos Fuentealba”, recordó Sandra, quien le exige a la Justicia la unificación de las dos causas en curso: la del fusilamiento por parte del policía Darío Poblete y la responsabilidad de todos los que actuaron en el operativo represivo sobre la Ruta 22.

Con la vista puesta dentro de un mes, cuando se cumpla medio año del fusilamiento de Fuentealba, Sandra Rodríguez remarcó que “nosotros esperamos que la Ctera, la CTA y la CGT misma llamen a una gran movilización frente al Congreso nacional para pedir juicio y castigo a todos los responsables de este crimen en Neuquén”. Para eso se está trabajando desde esta provincia: que el 4 de octubre sea un día de manifestación nacional contra este y tantos otros asesinatos en el país.