El ministro de Economía, Michael Glos, recibió a la senadora Cristina Fernández de Kirchner en la puerta de su ministerio y, terminado el encuentro de aproximadamente una hora, la acompañó de vuelta hasta la salida. Con la misma amabilidad, Glos aseguró luego que la deuda argentina con el Club de París no había sido “el tema prioritario” de la reunión pero reafirmó la posición de su país sobre el asunto, la misma que había manifestado meses atrás en un comunicado: que la Argentina tiene que renegociar los alrededor de 5500 millones que debe a través del mecanismo previsto en el reglamento del organismo, es decir, por medio del Fondo Monetario Internacional. La posibilidad había sido descartada terminantemente por Cristina Kirchner el lunes, ante un auditorio de empresarios alemanes. Allí la candidata recordó la historia del FMI con el país y sostuvo que había motivos “políticos, económicos, sociales y lógicos” para rechazar a ese intermediario.

Glos no se sintió cómodo hablando sobre la deuda con los periodistas argentinos que cubren la gira de la candidata oficialista. Antes, prefería destacar “las cifras que todo el mundo conoce de la economía argentina”. Con su voz gruesa, consideró que “la economía argentina está en el buen camino y seguramente se va a recuperar”. Sostuvo que más que nada en el encuentro con Cristina se habían dedicado “a los temas que tienen que ver con el futuro”. Al igual que su jefa –la canciller Angela Merkel– imaginó la llegada de más inversiones alemanas al país, así como “se incrementaron un 30 por ciento en 2006”.

En la comitiva argentina negaron que en cualquiera de los encuentros haya habido alguna referencia respecto a la situación en el Club de París. Sin embargo, Glos sostuvo que “el tema no fue prioritario”, dando a entender que sí se había conversado. Su ministerio ya emitió una posición oficial en marzo pasado, que rápidamente fue acompañada por el gobierno de Japón. “Las negociaciones se celebrarán bajo las reglas usuales del Club de París, esto es, dentro de los confines del FMI”, sostuvo en aquel momento. Japón fue más allá: a través de su viceministro de Finanzas pidió que Argentina utilizara sus reservas para pagar lo que debe.

Argentina debe entre 5500 y 6500 millones de dólares al Club que integran 19 países. La diferencia depende del cálculo de los intereses. De la deuda, unos 3500 millones se encuentran en default. Por una decisión del presidente Néstor Kirchner, se realizó una negociación aparte con el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero por la deuda de los mil millones de dólares que prestó España durante la crisis económica de la gestión de Fernando de la Rúa. Ahora los principales acreedores son Alemania y Japón. Estados Unidos, otro miembro del club vip, también presiona para devolver al golpeado FMI a los primeros planos.

El gobierno de Kirchner ha sido inflexible al respecto. Si canceló la deuda que mantenía con el Fondo justamente para que no se inmiscuyera más en la política económica. Cristina ratificó esa postura para el caso que llegue a la presidencia. Ante la pregunta de la prensa, Glos se apoyó en la palabra de un asesor a su lado. “Nosotros tenemos todavía la esperanza de que Argentina acepte las condiciones del Club de París. Y el principio básico del Club de París es el principio solidario entre los acreedores”, subrayó. “Esos asuntos quedan para los técnicos”, se despidió el ministro.