Ayer se dio el último paso formal para el desalojo del complejo de edificios de la Escuela de Mecánica de la Armada. Funcionarios nacionales y de la Ciudad inspeccionaron el predio donde funcionó el centro clandestino de detención durante la dictadura, para comprobar que hoy estará vacío. En rigor, la ESMA en sí fue mudada hace tiempo, y lo que seguía funcionando hasta ayer en el complejo de 14 hectáreas de Núñez eran el Liceo Naval Almirante Brown, la Escuela de Guerra Naval, la Biblioteca Central de la Armada y el Centro de Estudios Estratégicos. La mudanza comenzó el 24 de marzo de 2004, cuando el presidente Néstor Kirchner firmó el convenio de relocalización de las instituciones navales y la orden para que los edificios se transformen en un lugar para la memoria. El plan tomó tres años y se realizó en tres etapas, la última finalizada ayer. La coordinadora del Archivo Nacional de la Memoria de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, Judith Said, dijo ayer que “ya está todo prácticamente desocupado” y que esta mañana se firma ante un escribano público el traspaso del lugar a la Comisión Bipartita de la Nación y la Ciudad. El trámite judicial incluye un inventario detallado de los edificios y equipos existentes en esas catorce manzanas. El miércoles a las once se realiza una ceremonia simbólica de apertura frente a la ESMA. Estarán la ministra de Defensa, Nilda Garré; el jefe de la Armada, Jorge Godoy; el secretario de Derechos Humanos de la Nación, Eduardo Luis Duhalde, y el ministro de Derechos Humanos de la Ciudad, Omar Abboud, además de los integrantes de la Comisión Bipartita. Pese a que el museo pensado para el lugar sigue en etapa de preparación, el predio quedará abierto al público. La Ciudad destinará a partir de hoy un grupo especial de seguridad para custodiarlo.