No tiene ningún prejuicio en embanderarse con una candidatura política. Por eso cerró su intervención en el acto de apertura del Foro Social Mundial en Argentina con el puño en alto y diciendo “Lula Presidente”. En diálogo con Página/12, el secretario general de la Central Unica de Trabajadores del Brasil, Joao Felicio, no dudó en señalar que “por suerte para el pueblo argentino (Carlos) Menem es una página del pasado”. Para Felicio las políticas neoliberales trajeron a Argentina, Brasil y Uruguay calamidades similares. Resalta la necesidad de recuperar la solidaridad y el Mercosur para enfrentar con éxito, “al país imperialista del Norte”.
–En Argentina, las políticas neoliberales fueron causa del desempleo y de la flexibilización laboral. ¿Cómo impactaron en Brasil?
–En la madrugada de ayer, cuando llegué, presencié una escena muy triste. Eran las dos de la mañana, estaba arribando al hotel y vi muchas personas abriendo bolsas en la calle buscando un pedazo de pan, un alimento. Esto provoca una tristeza muy grande. Los argentinos no merecen los gobiernos que tuvieron en las últimas décadas. Los gobiernos son responsables de la situación a la que se llegó. Esas escenas son muy común en mi país, pero no en la Argentina. Nosotros siempre vimos al pueblo argentino como un pueblo alimentado, con acceso a los bienes culturales, a un salario y una vida digna. Esa escena me causa tristeza e indignación.
–La eclosión de ese modelo y la reacción popular son las pautas dominantes del actual escenario político-social.
–Los modelos implementados en Argentina y Brasil no son muy diferentes. Brasil también está atravesando un momento difícil. Parte de la angustia que ustedes están pasando, también la están viviendo los uruguayos y nosotros los brasileños. En nuestro país los gobiernos atacan los derechos históricos de los trabajadores, aumenta el desempleo en los últimos años, llegando en algunas capitales al 19 por ciento. En San Pablo tenemos 1.800.000 desempleados. No hay agresión mayor para un ciudadano que no tener trabajo. Nuestra esperanza es que haya un cambio.
–¿Alcanza el movimiento sindical para enfrentar un modelo como este?
–Sindicatos y sindicalistas necesitan definirse de qué lado están. Deberán decidir si defienden a la clase trabajadora, y a los otros sectores víctimas de ese modelo o son funcionales a él. Nosotros somos mayoría y no podemos establecer alianzas con quien oprime y quita derechos a los pueblos, con quien provoca desempleo y viola los derechos de las mujeres y de los niños. Tenemos que estar de un lado. Eso no significa que no podamos establecer acuerdos con gobiernos que nos representen y que tengan compromiso con nuestras luchas. En América latina, hay sectores sindicales que han cometido el error de establecer alianzas con los beneficiados por este modelo. No puede haber centrales sindicales aliadas a los gobiernos que impulsan políticas neoliberales.
–¿La CUT está comprometida con el PT y con su precandidato?
–Nuestra central hoy da su apoyo a la candidatura de Lula. Nosotros necesitamos cambiar Brasil y Lula tiene una larga historia vinculada a los movimientos populares, sindicales y sociales de nuestro país. El movimiento sindical debe tener autonomía a los gobiernos. Esto es necesario para su supervivencia, cuando esta se pierde se deja de tener una relación democrática con quien uno representa y pasa a tener una relación con quien no representa, que es el gobierno. Por eso la historia del movimiento sindical en América latina es tan triste. Algunas centrales han apoyado dictaduras militares, se aliaron a gobiernos que tan mal hicieron a nuestros pueblos.
–¿Son conscientes de que si Lula es presidente del Brasil sufrirá fuertes presiones de los organismos internacionales de crédito?
–Nosotros vamos a hacer un esfuerzo para que Lula sea presidente. Para Brasil se presenta una situación muy difícil. Nuestro país tiene una deuda brutal, impagable. Lula tiene una fuerte conciencia política y una gransensibilidad. Ahora, para pagar la deuda o renegociarla hay que tener crecimiento económico. Es imposible pagar una deuda con el 2 por ciento de crecimiento anual. Lula no está diciendo que no va a pagar la deuda. Porque romper con los organismos de crédito es vivir una situación tan difícil como la que están viviendo los argentinos. El problema es cómo pagar. No se puede pagar la deuda con el sufrimiento de los trabajadores, reduciendo su salario, recortando la calidad de los servicios públicos, recortando la salud y la educación. Por eso que el pago de la deuda externa sólo puede hacerse con crecimiento económico.
–Alguna vez Menem dijo que si Lula fuera presidente de Brasil sería la defunción del Mercosur. ¿Cómo analiza la actual crisis del mercado común?
–Menem es un demagogo, un populista y mentiroso. Quien siempre defendió el fortalecimiento del Mercosur fue Lula. Las condiciones de soberanía de nuestros pueblos sólo pueden hacerse con el enfrentamiento a la gran nación imperialista del Norte. Y para eso es necesario hacerlo en bloque y no fragmentadamente. Lula quiere recuperar la posibilidad de fortalecer el Mercosur y la solidaridad de los pueblos. Menem ayudó a la fragmentación. Para felicidad del pueblo argentino, Menem es una página del pasado. Ustedes, los argentinos, no merecen tener una persona como Menem. El ya les produjo muchas infelicidades a ustedes como pueblo.