Stella Maris es instrumentadora quirúrgica en un sanatorio privado y estudia Veterinaria en la Universidad de Buenos Aires. En la casa de sus padres, de tradición radical, se suele escuchar cuando se aproximan las elecciones: “Todos votemos a éste”. Aunque no está casada, reconoció las influencias de los hombres a la hora de elegir a quién se va a votar, ya sean padres, hermanos o esposos. “Todavía existe el jefe de familia”, aseguró cuando fue consultada por su autoridad en materia de decisiones electorales. Sin embargo, advirtió que no siempre es así porque la familia actual está muy “disgregada”.

“Una viene de una historia familiar”, explicó Stella Maris en alusión a la división entre peronistas y radicales. Ahora, confesó que vota “al menos malo” y mencionó los festejos posteriores a la vuelta de la democracia. Además, le contó a Página/12 que la discusión política que se vive en su casa es mucho menor que hace unos años: “La sociedad está muy despolitizada porque fue muy defraudada por los funcionarios de turno”. En otros tiempos, “se hablaba más del tema”, resumió.

Para ella, los jóvenes son totalmente “apolíticos” porque ven que los candidatos “no son honestos” y “no van a cambiar nada”. “No se preocupan por temas importantes como la seguridad, la educación y la salud”, agregó. Todavía no pierde las esperanzas para que esta “nebulosa” cambie y se recupere la confianza en los políticos. “Todos roban y van a seguir robando, como mínimo un poco”, se resignó.

Informe: S. A.