Los médicos que realizaron la autopsia al prefecto Héctor Febres descartaron la posibilidad de que el cianuro que se encontró en su cadáver haya sido introducido en el cuerpo después de su muerte. Así lo había sugerido el abogado de la familia, Martín Orozco, al solicitar nuevas pericias “para demostrar si Febres fue envenenado después de la muerte” (sic). Los médicos que ayer declararon ante la jueza federal de San Isidro, Sandra Arroyo Salgado, explicaron que si la ingesta hubiese sido posterior el tipo de lesiones provocadas en el cuerpo hubieran sido diferentes, informaron fuentes de la investigación. “Se encontraron los rastros propios de haberlo ingerido en vida”, aclararon. Orozco, que representa a la viuda Stella María Guevara y a sus hijos, solicitó una pericia “para determinar cantidad, grado de disolución del cianuro y demás detalles”. También ayer declararon otros prefectos de la base Zona Delta, donde Febres vivió como arrestado VIP hasta el 10 de diciembre.