A cuatro años de su alejamiento, la vuelta al cargo por parte del macrismo del jefe del Servicio de Reconocimientos Médicos porteño, Daniel Ferranti, generó duras críticas de los gremios docentes y estatales de la ciudad. En diálogo con Página/12, el secretario general de UTE y secretario adjunto de Ctera, Francisco Nenna, aseguró que se quiere imponer “un criterio estrictamente economicista” en el que no importa la salud de los trabajadores. “Es una falta de respeto, no sólo para los docentes sino también para los alumnos”, sostuvo el dirigente de la CTA, quien reclamó mayor inversión en el cuidado de la salud.

–¿Qué significa que Ferranti vuelva al frente del área que otorga y controla las licencias médicas del gobierno de la ciudad de Buenos Aires?

–Es una vuelta atrás en los derechos de los trabajadores en general. En principio, esta designación es un retraso porque este señor ha sido denunciado por prácticas en contra de los trabajadores y especialmente de los docentes. Incluso cuando fue interpelado por los legisladores no pudo dar respuestas a las acusaciones que se le hicieron.

–¿Cómo funciona el sistema de licencias que intentarían implantar?

–En general hay distintos tipos de licencias. Los casos más graves fueron con enfermedades terminales o de largo tratamiento como cáncer, VIH y cardiopatías que fueron obligados a trabajar. También se le han quitado las “tareas pasivas” que se otorgaron por diferentes problemas de salud. Esto implica no sólo una falta de respeto hacia el trabajador sino también hacia el alumno. Los docentes pueden realizar tareas educativas fuera del aula, sin la necesidad de estar al frente de un curso. Ahora va a ser tratado con un criterio totalmente economicista sin importarle la salud de los trabajadores.

–Sin embargo, a veces se cuestiona que algunas licencias se otorgan por mucho tiempo o no tienen controles suficientes.

–Las licencias no son laxas ni prolongadas. Lo que pasa es que no se tiene en cuenta la responsabilidad que tienen los docentes al estar dando clases. Esto no tiene que ver con la cuestión del mal uso de licencias. Hay enfermedades que están reconocidas como inherentes al trabajo docente, el desgaste físico, psicológico, etcétera.

–¿Qué consecuencias podría traer la designación en el aspecto educativo?

–Estamos absolutamente convencidos de que es un paso atrás. Las denuncias que ha tenido son denuncias que no solamente fueron de los legisladores, sino que la interpelación fue realizada también por los docentes. Es un retroceso en las condiciones laborales que pone en riesgo la vida de cualquiera. Se intenta instalar un criterio que pone en peligro la calidad educativa.

–¿Qué es lo que hay que mejorar en el sistema de licencias?

–Nosotros creemos que las mejoras que hay que hacer tienen que ver con el cuidado de la salud del docente, con solucionar ciertos conflictos en la escuela. Muchas veces una gran la cantidad de años al frente de un curso deviene en problemas psicológicos serios. Lo que hace falta es mayor inversión en el tema de salud para que no se generen las licencias. Hay que formar y capacitar más a los trabajadores para prevenir las enfermedades.