ESCRITO & LEíDO
El regreso de la izquierda
› Por José Natanson
La izquierda –o, si se prefiere, el centroizquierda– gobierna hoy Brasil, el país más importante de América latina, y se prepara para gobernar el segundo, México, si Manuel López Obrador triunfa en las elecciones presidenciales del 2 de julio. Además, la izquierda, en sus diferentes variantes, se mantiene en el poder en Chile, ha triunfado en la Argentina y Uruguay, controla la mayor reserva petrolífera de la región (Venezuela) y quizá maneje la de gas, si Evo Morales se impone en las elecciones bolivianas. La izquierda, además, podría fortalecerse en Centroamérica si al gobierno de Martín Torrijos en Panamá se suma una victoria del sandinismo en Nicaragua.
Como si fuera poco, gobiernos de izquierda se afirman en algunas de las principales ciudades del continente: Bogotá, Buenos Aires, Montevideo, Rosario, México DF y las ciudades gestionadas por el PT, desde Porto Alegre hasta, hace poco, San Pablo. A esto habría que sumar la emergencia, en los últimos años, de movimientos indigenistas que han volteado o coronado presidentes (Ecuador) o que inciden de manera determinante en los procesos políticos en la región, desde el zapatismo mexicano hasta las protestas en Bolivia.
“El resurgimiento de la izquierda –sostienen César A. Rodríguez, Patrick S. Barret y Daniel Chávez– es la tendencia política más importante de los últimos años en América latina.” Ahora bien, ¿qué izquierda es la que, a quince años de la caída del Muro y sobre las cenizas del Consenso de Washington, resurge hoy en América latina? Esta es justamente la pregunta que intenta responder este libro, un esfuerzo por estudiar en conjunto a “la nueva izquierda” que permite identificar algunos denominadores comunes:
–El primero es organizativo. La nueva izquierda se distingue por una marcada pluralidad en cuanto a sus formas de organización –frentes amplios, partidos y movimientos, coordinadoras de movimientos sociales, encuentros programáticos– que implican un alto grado de autonomía y se diferencian de la unidad teórica y la centralización estratégica de los ‘60 y ‘70.
–Al mismo tiempo, la nueva izquierda atrae a una base social más amplia y exhibe un repertorio temático más diverso. A los clásicos reclamos por igualdad social y mejor distribución del ingreso se suma hoy una agenda de nuevos temas étnicos, de género y relacionados con el derecho a la diferencia que suponen un acercamiento a la causa del multiculturalismo, un tema lejano o directamente hostil para la vieja izquierda, como ilustra la represión del gobierno sandinista al movimiento autonómico de los indígenas misquitos.
–Otro cambio importante es el abandono de la causa revolucionaria, el método de la lucha armada y el paradigma económico del socialismo centralizado. Hoy, la nueva izquierda, aun la más contestataria y belicosa, reconoce a la economía de mercado. Salvo los grupúsculos más radicales, la mayoría asume las reglas de juego del capitalismo globalizado e intenta en todo caso combinarlas con nuevas formas de intervención estatal, redistribución del ingreso y planeación democrática.
Finalmente, la nueva izquierda acepta y reivindica a la democracia y, frente al descreimiento en la “democracia realmente existente”, pone el énfasis en la profundización y la ampliación del canon democráticomediante propuestas para combinar los mecanismos representativos con métodos más participativos.
Estos son, sintéticamente, algunos de los rasgos más salientes de estas tendencias según los compiladores de La nueva izquierda en América Latina, un libro que busca marcar un quiebre con la producción teórica anterior. Hasta ahora, los investigadores examinaban las experiencias de los diferentes países de manera separada, sin una perspectiva comparada o regional, y tendían a centrarse en un aspecto: o bien en la política partidaria o bien en la movilización de base. Producto de dos años de investigación, el libro incluye algunos artículos generales y análisis de casos a cargo de reconocidos especialistas (Edgardo Lander, Armando Bartra, Luis Tapia, Pablo Dávalos, Atilio Boron y Boaventura De Souza Santos) y constituye un esfuerzo teórico importante por aportar una mirada más global sobre el tema.