ESPECTáCULOS
Un festival catalán, en homenaje a un argentino
“La Rivolta”, que durará doce horas, recordará hoy a Carlos Rivolta. Radicado en España desde comienzos de los 90, integrante del grupo Dusminguet, el bajista argentino murió electrocutado en escena a fines de abril, en México.
› Por Fernando D´addario
En Barcelona lo conocían como “el bajista galáctico de Avellaneda”. En Argentina, en cambio, pocos sabían quién era Carlos Rivolta. Un cable de una agencia de noticias dio cuenta de su muerte, a fines de abril pasado: “El bajista argentino Carlos Rivolta murió en un accidente en Guadalajara”, era la información escueta, que despertaba una mezcla de curiosidad e incertidumbre. Ahora, algunos meses después, se sabe que su muerte generó una especie de fenómeno de culto entre los catalanes. Como demostración, hoy se realizará en la rambla del Raval de Barcelona un megafestival con entrada gratuita, denominado La Rivolta.
El concierto durará doce horas. Participarán del encuentro, entre otros, Dusminguet (la banda en la que tocaba Carlos, y que subirá a un escenario por primera vez después de su muerte), Macaco, Ojos de brujo, Brazuka Matraca, Pomada, Nueva Amenaza Para La Paz Mundial, Dr. Calypso, Ragna & The Paissas, Sisa, El clavel marchito, Gertrudis, Joana de Diego & Marta, Almasala, Big Bang del Raval, Lara y los Caimanes, Elba Pico y Kitshilare. Habrá también actuaciones de DJ’s de la escena de Barcelona, como Wagner Pa, DJ Hebola y Showarma. Se realizarán performances y exposiciones fotográficas, y se proyectará un video con imágenes de Rivolta. La madre, los hermanos y varios amigos del músico argentino viajaron especialmente a España para poder asistir al tributo.
Rivolta, criado en Avellaneda y fanático de Independiente, se había radicado en Barcelona a principios de los 90. Allí se incorporó a varias bandas de la escena under, como Nueva Amenaza... y Ragna & The Paissas, entre otras. En 1997 lo llamaron de Dusminguet, uno de los mejores y más populares grupos de la ciudad. Una mezcla de sabores mediterráneos, merengue, funk y reggae constituía el cóctel sonoro de esta agrupación, que pronto comenzó a ganar público fuera de las fronteras de su ciudad e inclusive más allá de España. Durante la noche del 27 al 28 de abril pasado, Dusminguet estaba tocando en Guadalajara, México (una semana antes se habían presentado en la legendaria Plaza del Zócalo, junto con Maldita Vecindad), en el marco de la gira de presentación de su segundo disco, Postrof (que fue editado también en Francia e Italia). Casi sobre el final del show, en el último de los bises, Rivolta sufrió una descarga eléctrica de tal magnitud que no pudieron reanimarlo y falleció poco después. Tenía 34 años.
La idea de hacerle un concierto homenaje surgió enseguida entre sus amigos y colegas. El músico y DJ Wagner Pa, uno de los impulsores de la movida, explicó que la elección del 11 de setiembre, que puede sorprender a muchos, como fecha para el festival, tiene que ver con que ése es el día de Cataluña, una jornada festiva en la que las agendas de los músicos pudieron coincidir. Dani Carbonell, de la banda Macaco, recuerda emocionado los años compartidos en la calle Escudellers: “Era una persona que te hacía sentir diferente, especial. Siempre, cada día, llegaba por la mañana con una sonrisa que daba alegría a toda la peña”.
Quienes lo conocen de Buenos Aires coinciden en destacar su espíritu inquieto y su condición de “gran tipo”. Rivolta llevó su pasión por Independiente a Barcelona, hasta tal punto que contagió a sus compañeros de Dusminguet. El se hizo simpatizante del Barça y ellos se hicieron hinchas del equipo de Avellaneda. Dicen que desparramó el nombre de Bochini por media ciudad. Ahora es su propio nombre el que navega por todas partes, en el riquísimo mundo alternativo catalán. Tiene inclusive una página de Internet (www.carlosrivolta.to/), que recibe todos los días numerosos mensajes en su libro de visitas. “Queremos devolverle allí donde esté, una parcela de la alegría que nos ha comunicado mientras estaba entre nosotros”, dice uno de ellos.