ESPECTáCULOS
› TELEVISION: UN ESPECIAL SOBRE LES LUTHIERS
La era del Di Tella
En un programa especial que va hoy por Canal (á), Jorge Maronna, Daniel Rabinovich, Marcos Mundstock y Carlos Núñez Cortés cuentan la historia de los inicios del grupo, en el mítico Instituto Di Tella.
Por Oscar Ranzani
Luego de 35 años de carrera, Les Luthiers no necesitan de presentaciones. Pero buena parte de su público ignora de plano la historia de la conformación del grupo, que fue, en buena parte, producto de la casualidad. La historia de cómo un grupo de integrantes de coros universitarios en la década del ‘60 decidieron reírse juntos en un grupo, y dieron sus primeros pasos en el Centro de Experimentación Audiovisual del Instituto Di Tella, será contada excepcionalmente al público, en un programa televisivo. El ciclo “Desde el Di Tella”, conducido por el periodista Federico Consiglieri por Canal (á), contará la historia de esa gesta mediante una extensa entrevista, dividida en dos partes (irá hoy y el martes 29 a las 22.30) a Daniel Rabinovich, Jorge Maronna, Marcos Mundstock y Carlos Núñez Cortés.
Para conocer el surgimiento de Les Luthiers primero hay que remontarse a I Musicisti, el primer contacto que tuvieron con el Di Tella, narran los Luthiers. “I Musicisti surge en el ‘65 en el Festival de Coros Universitarios de Tucumán”, recuerda Núñez Cortés. “En ese coro había un grupo comandado por el finado (Gerardo) Masana, un tipo divino, en el que ya preparábamos bromas musicales”, agrega Mundstock. El Di Tella fue precisamente el escenario donde presentaron su primer espectáculo Imyloh (I Musicisti y las óperas históricas), cuando Masana comenzó a explorar con los instrumentos exóticos. Pero el 4 de septiembre de 1967, cuatro de sus integrantes decidieron desprenderse de I Musicisti y nació, entonces, la leyenda luthiereana.
La primera formación fue un cuarteto conformado por Masana (que moriría en 1973), Mundstock, Rabinovich y Maronna. “Les Luthiers nació en un camarín del Di Tella”, afirma Maronna, para luego reconocer que “una vez separados tuvimos que escribir nuevo repertorio, pero continuamos en el Di Tella ese mismo año con Les Luthiers cuentan la ópera, que era una segunda versión de Imyloh con otras piezas, que habíamos escrito muy rápidamente en esos años.” Luego, el grupo pasaría a tener cinco integrantes. “Yo me había quedado del otro lado por error”, señala Núñez Cortés. “Coqueteé menos de un año con I Musicisti y, finalmente, me incorporé y me volví a juntar con ellos”, comenta sin rastros de arrepentimiento sobre la decisión.
En 1969 se sumó Carlos López Puccio, que era amigo de Mundstock y fue contratado como violinista. Pero la muerte de Masana repercutió hasta tal punto en sus compañeros que tuvieron que recurrir a terapia psicoanalítica. “Pensábamos que con la muerte del Flaco el grupo se iba a disolver. Porque, imaginate, si uno inventa la cosa y se muere, se muere todo el proyecto. Pero el Flaco había dejado tantas semillitas y tantas cosas en nosotros que Les Luthiers siguió y fijate cómo”, afirma Núñez Cortés.
A pesar de que desde 1977 trabajan de locales en el Teatro Coliseo, los músicos y humoristas afirman que nunca se olvidaron del Di Tella. Para Rabinovich fue el lugar “donde nos conectamos por primera vez con un Buenos Aires de vanguardia. Para nosotros fue el nacimiento, digamos el parto”. Maronna afirma que “fue una época muy linda, divertida y enriquecedora y, tal vez, la plataforma para lo que fue la carrera nuestra después”. Mundstock, en cambio, siente que el quinteto no es un claro referente del Di Tella. “Nosotros no somos muy representativos, por lo menos a esta altura de tantos años, de esa especie de icono del Di Tella. Dentro de lo que era un ambiente bohemio, nosotros éramos los burgueses, los chicos de corbata que íbamos a hacer una diversión fuera de hora”, afirma Mundstock.