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› “A BEAUTIFUL MIND” FUE LA GRAN GANADORA DE UNA NOCHE ESPERADA POR HOLLYWOOD
Globos de Oro, una antesala de los Oscar
El film de Ron Howard ganó cuatro de los galardones de la Prensa Extranjera acreditada en Hollywood, contra tres de “Moulin Rouge”. La velada pareció en un ensayo de lo que puede ocurrir con los Oscar, el 24 de marzo.
Por Rocío Ayuso
Desde Los Angeles
En una ceremonia marcada por los más estrictos controles de seguridad, A Beautiful Mind, el film de Ron Howard en el que Russell Crowe encarna al matemático ganador del Nobel John Forbes Nash Jr., se convirtió antenoche, con cuatro galardones, en la gran vencedora de la 59ª entrega de los premios Globos de Oro, mientras que el exuberante musical Moulin Rouge obtuvo tres de los premios de la Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood (HFPA). Ambas películas, con seis nominaciones cada una, habían partido como favoritas para los premios que son considerados, desde hace años, los principales indicadores de lo que puede ocurrir con los Oscar, el próximo 24 de marzo. En cambio, El señor de los anillos: La comunidad del anillo, del director neozelandés Peter Jackson (que tiene fecha de estreno en Argentina para el 31 de enero), elegida a principios de enero como la mejor del 2001 por el American Film Institute, se fue con las manos totalmente vacías de Beverly Hills.
Conocidos como la antesala de los Oscar por su capacidad de predecir los nombres de los futuros candidatos a ese galardón, los Globos de Oro rindieron el domingo por la noche sus principales honores al drama biográfico dirigido por Ron Howard. Aunque él no pudo concluir la velada con la estatuilla en la mano, su sonrisa de felicidad parecía decir lo contrario, pues disfrutaba de los otros cuatro premios conseguidos por un film que ha sido descrito por la crítica como la obra más madura del director de Apolo 13. “Fue sensacional empezar la noche con el premio de Jennifer”, relató lleno de alegría cuando recordó que el primer galardón fue a parar a Jennifer Connelly por su trabajo como actriz secundaria en este film. Después vendrían los premios al mejor guión; al mejor actor, para Russell Crowe, y al mejor drama del año. “Todas las películas con las que competíamos eran maravillosas”, reconoció Crowe en un extraño gesto de humildad de un actor conocido por su vanidad. Sin embargo, sus palabras fueron el mejor resumen de una ceremonia en la que, pese a la ventaja de A Beautiful Mind, hubo premios para todos.
Moulin Rouge, su principal rival, se hizo con tres de los galardones, entre ellos el de mejor comedia musical y el de la mejor actriz en esta categoría, que fue a parar a manos de Nicole Kidman. Esos premios eran los únicos que se habían vaticinado en esta fiesta de Hollywood, donde la mayor sorpresa fue la elección de Robert Altman como mejor director por su trabajo en Godsford Park. “Confío que con estos premios demos por acabada la velada”, bromeó Bazz Luhrman, el realizador de Moulin Rouge, en una gala que se alargó innecesariamente con todos los discursos de aceptación. Aunque en todo momento hubo grandes muestras de humor y diversión en la que está considerada como la tercera mayor fiesta de Hollywood detrás de los Oscar y los Grammy, la 59 edición de los Globos de Oro se convirtió en un ensayo general de lo que pueden ser estos eventos tras los atentados terroristas del 11 de setiembre. Junto a la ya tradicional alfombra roja estuvo la presencia constante de los detectores de metales y donde antes una copa de champán daba la bienvenida a esta gala, estaba ahora un nuevo control de identidad antes de ofrecerse la bebida. La Policía cortó al tráfico la calle Santa Mónica, principal arteria de Los Angeles que rodea el hotel Beverly Hilton, y los automóviles fueron registrados con espejos reflectores, revisándose incluso los motores. “No sé lo que es pero quizá sea el dolor que hemos sufrido”, resumió Sissy Spacek, premiada como mejor actriz dramática por su papel en In the Bedroom, donde interpreta a una mujer que trama venganza por el asesinato de su hijo.
Las severas medidas de seguridad no detuvieron a los invitados a la gala que, como otros años, recibió al mayor número de famosos de cualquier fiesta de Hollywood, además de los rostros más conocidos de la industria de la televisión. “Como dijo Jack Nicholson, ésta es la gente con la que quieres pasarlo bien”, indicó el actor Hugh Jackman, reviviendo elespíritu juerguista de esa leyenda del cine y de esta organización de cerca de un centenar de periodistas extranjeros. El tono de diversión quedó reflejado en algunos de los discursos de la noche, como el de Stanley Tucci, tan nervioso al recibir el premio como mejor actor secundario por el telefilme Conspiracy, que resumió sus palabras en un “le daré las gracias a todo el mundo”. Por su rol como un temido patriarca de familia en The Royal Tenenbaums, Gene Hackman fue premiado con un Golden Globe como mejor actor de musical/comedia. En la categoría de mejor película extranjera se impuso la sátira política bosnia No Man’s Land, del director Danis Tanovic, que de esta forma venció a la mexicana Y tu mamá también, de Alfonso Cuarón, la brasileña Abril despedazado, de Walter Salles, la exitosa comedia francesa Amelie y la india Monsoon Wedding.
El film bosnio aborda con humor negro todas las partes involucradas en la guerra en Bosnia, incluyendo los cascos azules de las Naciones Unidas y la prensa internacional.
Por su parte, la serie “Sex and the City” volvió a dominar un año más el campo de la comedia en televisión, consiguiendo el premio a la mejor comedia y a la mejor actriz, Sarah Jessica Parker, quien tuvo las únicas palabras de recordatorio para los atentados al brindar por “Nueva York, la quinta dama del programa”, en referencia a que la serie transcurre en la Gran Manzana. Además, el actor Harrison Ford fue premiado con el galardón “Cecil B. DeMille” por su trayectoria. “Harrison, las huellas de tus pies son tan grandes que ninguno de nosotros puede llenarlas”, afirmó el protagonista de Pearl Harbor, Ben Affleck, al entregarle la distinción.
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