Resulta imposible analizar la carrera profesional de Tom Hanks desde una perspectiva meramente actoral. De una versatilidad indiscutible a la hora de interpretar docenas de personajes heterogéneos entre sí –que le valió dos premios Oscar como mejor actor–, no debe omitirse que Hanks es probablemente uno de los actores que más contribuyó a afianzar la relación existente entre Hollywood y el gobierno estadounidense. Sus papeles en Rescatando al soldado Ryan, Apollo 13 y Forrest Gump, como así también la producción de la serie televisiva “Band of brothers”, dan claras pruebas de que su figura representa una suerte de imagen institucional de Estados Unidos hacia el resto del mundo, al menos en el universo del cine. Hasta el mismo Steven Spielberg, en la ceremonia de entrega del premio que el Instituto Norteamericano de Cinematografía (AFI) le obsequió por su prodigiosa carrera, caracterizó a Hanks como “el hijo favorito de EE.UU.”. La ceremonia de premiación, en la que participan numerosas estrellas de Hollywood, se emitirá este domingo, a las 22, por la pantalla de la señal de cable de la Metro Goldwyn-Mayer (MGM).
Desde hace exactamente 30 años, el AFI se encarga de entregar anualmente el premio Life Achievement Award, a la trayectoria cinematográfica. Elizabeth Taylor, Jack Lemmon, Orson Welles, Barbra Streissand, James Cagney y Peter Fonda fueron algunos de los actores que recibieron este galardón. Este año, el lauro fue a parar a manos de Hanks, que con 45 años se convierte en el actor más joven a recibir la distinción. El especial que esta noche transmitirá MGM muestra por medio de imágenes de archivo y testimonios la totalidad de la carrera del popular actor: sus comienzos en el teatro, su breve pero exitoso paso por la televisión estadounidense y su exitosa carrera cinematográfica son repasados detalladamente, en medio de una ceremonia cargada de emoción.
“Cada momento que actúo en el cine es para mí un placer”, cuenta en el inicio del programa el actor de Quisiera ser grande, Tienes un e-mail, Filadelfia y Náufrago, entre otras películas. “Ser actor es un trabajo difícil que requiere de mucha concentración, una gran dosis de suerte y de una energía especial que define lo que es la actuación en el cine. Si en uno logran converger estas tres características, es muy probable que te inviten de nuevo a actuar en un film”, señala un tanto en serio y otro tanto el también productor, escritor y director.
Tras hacer sus primeros trabajos en el teatro, Hanks pasó a la televisión, donde protagonizó “Bosom Buddies”. Esa labor en la serie cómica le permitió al actor ingresar al mundo del cine, donde muy tempranamente se topó con su primer éxito, Splash (1984). “Trabajar en la película fue un gustoso accidente. En realidad, todos los grandes nombres habían rechazado la propuesta y buscaban a cualquiera para que la hiciera. Y ahí me colé yo”, confiesa. Pero fue su interpretación en Quisiera ser grande (1989) la que lo catapultó a la fama. “Para ese papel pasé mucho tiempo jugando al básquet con mis hijos para recordar la alegría de jugar. Por suerte, me dejaron jugar con todo tipo de juguetes”, señala.
A mediados de la década del 90, Hanks recibió sus Oscar: uno por la desgarradora interpretación del abogado homosexual enfermo de sida en Filadelfia y el otro por la caracterización del recordado Forrest Gump. Robert Zemeckis, quien lo dirigió justamente en Forrest Gump, dice respecto de la actuación de Hanks en el film: “No poder imaginarse a otra persona en el papel de Forrest dice mucho del inmenso talento de Hanks y de su habilidad como actor. Tiene la habilidad de llegar a la verdad de la actuación en todo lo que hace en escena”. Pese a que como en todo homenaje los elogios abundan, tal vez sean las palabras del director Ron Howard las que mejor definen la relevancia que Hanks ostenta en la industria hollywoodense. “Creo que la mayoría de los directores encuentran que hacen sus mejores trabajos cuando Tom está en sus películas”, afirma.