ESPECTáCULOS
› “7 VIDAS AL DESCUBIERTO”, EN LA SEÑAL PLAYBOY
El reality show más caliente
Aquí no habrá peleas de salón ni escenas editadas para no ofender al espectador. En el programa que la señal para adultos comenzará a emitir el sábado el eje –y el juego– será uno solo: el sexo.
Los avances se suceden entre la finalización de una película y el comienzo de la siguiente. El mensaje del locutor es directo, sin preámbulos: “Lo que ocurrirá en esta casa jamás había sido visto en ningún reality show de televisión. Nunca antes. ‘7 vidas al descubierto’: la realidad en televisión. Al estilo de Playboy”. La voz en off es acompañada por fugaces flashes de cuerpos ardientes y desnudos que se enredan sin ningún tipo de inhibiciones. No se trata de la propaganda de una película condicionada, aunque bien podría serlo. En realidad, es el avance del nuevo reality show que la señal para adultos de Playboy estrenará este sábado a la medianoche. Un reality show de alto voltaje sexual que no ocultará nada. Por el contrario: lo mostrará todo.
Con el objetivo puesto en aprovechar al máximo el boom de los reality shows, el canal premium estadounidense pondrá al aire un ciclo en el que siete personas, dispuestas a todo, comparten una casa con cincuenta cámaras instaladas a su alrededor. Compuesto por 13 episodios de una hora de duración, que se transmitirán sábado por medio, la serie se presenta como la más radical aventura televisiva para el espectador voyeur. La relación sexual entre dos participantes, o la noche descontrolada de sexo libre que en otros ciclos era podada por el recurso de la edición, aquí podrá ser apreciada en primer plano.
Porque los participantes de “7 vidas al descubierto”, claro, no perderán el tiempo enredados en el juego de si la chica gusta del chico o no: todos saben a qué vinieron. Nadie busca relaciones amorosas estables. El espíritu libertario del ciclo no tarda en plasmarse en la pantalla: el sexo es lo que abunda. No importa con quién ni con cuántos. Todo vale, a cualquier hora. En el capítulo que abre la serie ya se podrá observar el tópico que guiará el desarrollo del reality: en medio de las presentaciones, la primerA atracción se materializa en un apasionado encuentro de sexo grupal. Para conocerse un poco más, tal vez.
También durante este episodio se conocerán a las personas que decidieron ser parte del reality sex. Los osados, de entre 21 y 28 años, compartirán el techo y sus pasiones. Habrá cuatro mujeres y tres hombres comunes y corrientes. Con 28 años, Devinn Lane es la más experimentada del grupo. En todo sentido, ya que es una estrella erótica profesional. Colocada por los productores para romper el frío inicial de los integrantes, la morocha hará aflorar las fantasías sexuales más profundas del grupo. Ella será la primera líder, la que abrirá puertas y enterrará tabúes.
Pero Lane no tiene por delante una tarea ardua. No tendrá que educar ni a vírgenes ni a puritanos. Nadie emite discursos del tipo “experiencia de vida”. Ninguno se inscribió en busca de eso. En la presentación, todos los participantes dejaron traslucir su objetivo: “Me gusta jugar y divertirme”, repiten de manera unánime. Y, a saber por lo que muestran las imágenes, la diversión refiere a una sola cosa, en cualquiera de sus posibles manifestaciones: el sexo. El reality sex tiene un formato dinámico, con el objetivo de mostrar lo que todos los demás ocultan. Esa es la clave. Ningún participante vino en busca de su “media naranja”, y no surgen grandes problemas dentro de la casa. Las triviales peleas que en los reality “soft” pueden llegar a durar meses, aquí brillan por su ausencia. Todos vinieron a divertirse. No hay límites ni prohibiciones. Sólo libertad para hacer. Y los participantes ponen en práctica ese mandato porque, en definitiva, saben lo que los televidentes desean ver. Sexo, sexo y más sexo.