Sáb 05.10.2002

ESPECTáCULOS  › ENTREVISTA A JUAN CARLOS MESA, QUE VUELVE A LA TV

La cocina de un humorista

La productora que puso al aire programas de cocina con Karlos Arguiñano y Rodolfo Ranni ideó el envío matutino, que comienza el lunes.

› Por Patricia Chaina

“En el momento en el que todos los cocineros hacen chistes, es bueno que un humorista haga un programa de cocina”, sentencia Juan Carlos Mesa desde la casa de un barrio arbolado y tranquilo como Martínez, donde se graba el ciclo “Mesa en la cocina”. En el fondo, además del parque con pileta, hay un rincón donde crecen albahaca, tomillo, ciboulette y orégano, para decorar platos del día. En el primer piso está la cocina diseñada para grabación. En otra sala se ambienta el comedor donde Mesa recibirá, desde el lunes a las 11.30, por la pantalla de América, a sus visitas.
Es que el ciclo –concebido por la misma productora que puso al aire el programa de Karlos Arguiñano y luego el de Rodolfo Ranni– reflejará, a través de la imaginaria rutina de un restorán, las dotes histriónicas de Mesa y las cualidades del chef español Borge Blazquez. La escenografía del restorán sólo ambientará la situación, ya que, en rigor, no habrá más clientes sentados a sus mesas que los invitados del día: Viviana Canosa y Fabián Gianola en la primera semana del ciclo. Pero como “el programa tendrá mucho ritmo –cuenta Mesa a Página/12–, otros personajes llegarán para dar matices: una tarotista, un cantante lírico, alguien que lee la borra del café, un grupo de bailarines griegos que terminan rompiendo los platos, como corresponde a esa antigua tradición”.
–¿Hay alguna línea narrativa que sostenga esta entrada de personajes tan variados, ligados más a lo circense que la cotidianidad de un restorán?
–Hay una excusa, y es que todo lo que sucede está siendo televisado por el Canal América. Eso sirve para traer el humor cuando voy a pedirle al chef que cuente un cuento y, como no sabe, lo cuento yo. Para amenizar esa grabación es que también hice un casting, por los diarios, y por eso viene toda esa gente, para presentarse a esta suerte de audición.
–¿Cómo se ubica entonces el lugar de la receta de cocina, indispensable para un programa de estas características, destinado al ama de casa?
–Creemos que por extensión, la familia se irá sumando. Seremos cuidadosos con el corte de las secuencias, para que las recetas queden limpias, sin interferencia de situaciones centradas en el humor. Y por supuesto que estén al alcance de la mano: fetucchinis, merluza, berenjenas. Y una repostera completa las situaciones de cocina, concretas.
–¿Cómo se siente en esta situación de conductor?
–Por primera vez estoy haciendo el personaje de mí mismo, y me gusta. Soy el dueño del restorán, recibiendo gente, controlando lo que pasa en la cocina, que es el alma de un restorán. Cuando hacíamos “Humor redondo” (con Jorge Basurto, Carlos Garaycochea y Aldo Camarotta) era también yo, pero era una figura de un panel, conducido por Larrea, muy distinto ¿no?
–¿Habrá en el programa segmentos destinados a la actualidad?
–La sección “El plato del día” tendrá historias relacionadas con la actualidad, desde mi estilo. Trato de mantenerme en el formato del humor blanco, familiar, que es la función del entretenimiento y la que considero mi misión. Yo margino los conflictos teñidos de gestos crueles. Trato de evitar lastimar a la gente que ya está muy golpeada con la realidad. La gente busca refugiarse en las opciones de menor costo y la TV es de ellas. Me pienso como un entretenedor.
–¿Cómo vive los cambios que impone en el humor de la gente, precisamente, el tono social cada vez más crítico, de lo cotidiano?
–Lamentablemente, el sentido del humor, en estos casos, es lo primero que se pierde. Lo vivo como la mayoría de la gente, con incertidumbre y tristeza. Pero trato de que el buen humor, el mejor arma que conozco contra la depresión, sirva para evitar esa desazón, para que todos veamos cómo salir de semejante crisis.
–Personalmente, ¿qué lo hace reír, Mesa?
–Aplaudo a los creativos como Gasalla, un observador que toma seres reales y los transforma en personajes de una galería desopilante. Pinti, un gran cronista de la época. Fernando Peña, otro creador de personajes. Me pasé mucho tiempo creyendo que Milagros López existía, también me gusta su creación de la Señorita Mega. Alfredo Casero, todo lo que toca lo convierte en risa. Y Diego Capussoto que me recuerda en ciertos gestos a Gianni Lunadei. Junto a Favio Alberti, me parecen de un talento, nacido de esa combinación de la ingenuidad y del circo, que me produce admiración, además de risa. Y claro Gómez Bolaños y Cantinflas, siguiendo esa línea.

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