ESPECTáCULOS
“Nos especializamos en lo sonoro, hacemos un teatro para el oído”
Stereotipos cultiva un estilo de improvisación que, como consecuencia lógica, tendrá hoy una función en la Biblioteca para Ciegos.
› Por Pablo Plotkin
Cuando se sientan a explicar de qué se trata todo, los integrantes de Stereotipos se interrumpen, se contradicen y se complementan con el tipo de química que suele afectar a los grupos de improvisación. Una sincronía automática que los lleva a convertir su historia –cuatro actores del under que acabaron prescindiendo de la imagen en pos de un teatro absolutamente sonoro– en un relato coral por momentos caótico, por momentos armonioso. Pablo Coca, Tomás Gronauer, Gabriel Fernández y Ernesto Zuazo son improvisadores de oficio que un día asistieron como invitados a un programa de FM La Tribu. Se lucieron; los conductores les ofrecieron una columna y, poco tiempo después, armaron un programa propio, que actualmente se emite los domingos a las 18 en la 88.7. Paralelamente a sus presentaciones periódicas en formato café concert (Stereotipos en el piso), hoy a las 20 el cuarteto ofrecerá una función especial en la Biblioteca Argentina para Ciegos (Lezica 3909), precedido por el artista electrónico-vocal que opera bajo el alias de Miguelius.
“Los primeros sorprendidos fuimos nosotros, pero a la vez lo tomamos como una especie de recompensa para lo que veníamos haciendo, porque cuando nos planteamos este proyecto pensamos en una estética radial”, apunta Pablo Coca. “Es decir, que la persona que nos escuchara, aunque estuviera con los ojos cerrados, pudiera imaginarse absolutamente todo lo que estaba pasando. Los ciegos empezaron a autoconvocarse naturalmente”.
–¿Hay algo que los diferencie de los oyentes videntes?
Gabriel Fernández: –Al tener una percepción tan refinada, son muy buenos al momento de aportar ideas.
P. C.: –Y se toman su situación con mucha gracia. La otra vez pedimos que sugirieran objetos a los que reportear y uno de ellos propuso el bastón blanco para ciegos. Querían que entrevistáramos al bastón blanco. Y lo hicimos.
Tomás Gronauer: –Es que nuestra propuesta es básicamente auditiva, es una especie de teatro para el oído.
–¿Cuáles son los disparadores habituales de las improvisaciones?
P. C.: –Solemos hacer reportajes improvisados, la gente inventa personajes y nosotros improvisamos la entrevista. También improvisamos campañas publicitarias. Le pedimos a la gente que invente productos.
G. F.: –La campaña publicitaria de una mesa a cuerda, por ejemplo. Otra sección es el “Multiple choice”. Surge de una anécdota que cuenta alguien del público. Llegado a un punto, interrumpimos la anécdota y nosotros nos hacemos cargo de la historia. A partir de ahí le planteamos encrucijadas al estilo de Elige tu propia aventura. También tenemos “Clásicos del cine”: versiones libres de tu película favorita.
T. G.: –Trabajamos con lo que está pasando en el momento. No hay guiones, no hay nadie escribiendo solo en la casa. Es una creación realmente grupal.
G. F.: –Y siempre desde la fantasía. Aun cuando se nos filtran cuestiones de la actualidad, evitamos meter personajes reales y situaciones concretas que se vean a diario en la televisión.
T. G.: –Nuestro leit motiv es “todo es ficción”. No hacer imitaciones, tratar de evitar lo chabacano.
G. F.: –Y, en ese sentido, creo que no existen programas radiales de improvisación que apunten a narrar historias, a ese tipo de construcción. Sí existe la improvisación de personajes, como Lalo Mir, Fernando Peña y tantos otros. Lo nuestro es una improvisación casi guionada, con pautas que indican hacia dónde ir y una técnica muy precisa.
–Es un momento de mucha improvisación en Buenos Aires...
Ernesto Zuazo: –Sí, el otro día conté unos 16 espectáculos de improvisación en Buenos Aires.
P. C.: –Lo que diferencia a un espectáculo de otro es la técnica que se usa. Nuestra técnica la inventó un señor que se llama Keith Johnston, y tiene toda una serie de reglas. Cada grupo, a la vez, hace su investigación. Nosotros nos especializamos en lo sonoro.
G. F.: –Es muy interesante, porque en el teatro uno cubre espacios y tiempos con escenas corporales, físicas. En cambio acá uno tiene que conseguir mostrar las imágenes por el lado auditivo. Por eso también entrenamos a una operadora de la radio, Alcira Garido, a quien enseñamos la técnica y ahora improvisa desde la consola.
E. Z.: –No es necesario que nos estés mirando. Por eso digo que es ideal para cena show. Podés enroscar tranquilamente el fideo y no perderte nada del espectáculo.