ESPECTáCULOS
› LA ACTRIZ VANESSA REDGRAVE CUMPLE HOY 65 AÑOS
Marxista, y a mucha honra
Ya el día de su nacimiento a Vanessa Redgrave se le pronosticó una gran carrera. Entonces, su padre, sir Michael Redgrave, estaba sobre el escenario junto a Laurence Olivier. Tras la representación de Hamlet, Olivier comunicó al público: “Esta noche nació una gran actriz”. Y tuvo razón. Mrs. Redgrave, que celebra hoy su 65 cumpleaños, proviene de una de las familias de actores más antiguas y más numerosas de Gran Bretaña, calificada muchas veces como la “dinastía Redgrave” (su hermana es la actriz Lynn Redgrave). A los 24 años, Vanessa ya pertenecía a la Royal Shakespeare Company, que hasta la actualidad es considerada la mayor escuela de actores británicos. Por entonces actuó en el Teatro Aldwych en Como gustéis, de Shakespeare, y fue muy elogiada por la crítica. Luego, por su papel en La fierecilla domada recibió el Gran Premio de Actuación británico, con lo que ya estaba colocada la piedra fundamental de su carrera. El teatro, al que siguió siendo fiel hasta hoy, fortaleció su fama de actriz de carácter, pero se dio a conocer en todo el mundo gracias al cine. Siempre fue criticada por su compromiso político y perdió muchos papeles a causa de eso. “Sigo absolutamente convencida de la necesidad del marxismo y no dudé un solo día en ese convencimiento”, escribió la actriz, que se definió siempre como “antiestalinista”, en su autobiografía.
La carrera artística y las actividades políticas de Redgrave muchas veces estuvieron estrechamente ligadas. Por ejemplo, en la película argentina Un muro de silencio, de Lita Stantic, en la que encarnó a una directora inglesa que llega a Buenos Aires para rodar la historia de la esposa de un desaparecido durante la dictadura militar. Mucho antes, en 1967, Vanessa había deslumbrado en Blow-up, de Michelangelo Antonioni, y en Morgan: un caso clínico, por el que ganó el premio a la mejor actriz en Cannes en 1966 y fue nominada por primera vez al Oscar. En Isadora (1968), interpretó memorablemente a la legendaria bailarina Isadora Duncan, y también fue la protagonista de Mary, Queen of Scots (1972). Por estas dos últimas también fue nominada al Oscar. Por su encarnación de una luchadora judía de la resistencia en Julia recibió el codiciado premio de la Academia, en 1977. En aquel entonces, la estadounidense Liga de Defensa de los Judíos protestó, dado que Redgrave trabajó al mismo tiempo en un documental producido por ella sobre los exiliados palestinos y la acusaron de antisemitismo. Fue nominada al Oscar dos veces más, por Amarás a un extraño (1984) y La mansión Howard (1992), ambas dirigidas por James Ivory. Pocos días antes de su cumpleaños ofreció en Londres una rueda de prensa sobre la violación a los derechos humanos en Chechenia y denunció las atrocidades cometidas por las tropas rusas. A partir de febrero, la actriz, casada dos veces –con Tony Richardson y con Franco Nero– y madre de tres hijos, volverá a un escenario londinense con la obra de Oscar Wilde El abanico de Lady Windermere.