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› LOS CANALES PERUANOS REGULARON SU PROGRAMACION
Vade retro, televisión basura
Las emisoras acordaron un sistema conjunto de alerta a los espectadores sobre la clase de programas que ven, luego de un largo debate.
Los cinco principales canales de la televisión abierta del Perú tienen desde esta semana un sistema de autorregulación, con el que mediante luces alertan a los espectadores sobre la clase de programa que se aprestan a ver. Si al comienzo de un programa aparece una luz verde quiere decir que puede ser visto por toda la familia, si es amarilla se limita a los mayores de 14 años y si es roja implica que el contenido sólo es apto para quienes hayan superado los 18 años. “Nos hemos unido con el ánimo de crear una buena televisión. Aquí estamos los canales más importantes, conscientes de la responsabilidad social que nos corresponde”, dijo el portavoz del canal Panamericana, Federico Anchorena, al presentar la iniciativa. La medida, que puede parecer naïf, es en realidad un primer paso de depuración de uno de los sistemas televisivos que fue considerado el más corrupto del mundo, en los años del gobierno del fugitivo Alberto Fujimori.
El acuerdo para la campaña “Opción TV” fue considerado por periodistas del sector como una primera respuesta a lo que se había convertido en un clamor de medios contra la “televisión basura” que inunda la pantalla chica en el Perú, que en ese sentido no tiene nada que envidiarle a la Argentina. Allí, como aquí, en la pantalla conviven con la programación más o menos normal una serie de “reality shows” que muestran cuadros de degradación humana, “talk shows” en los que se busca escandalizar con temas morbosos e informativos faranduleros en los que se desnuda maliciosamente la intimidad. El debate sobre la mala televisión se extendió durante varios meses, antes de que los canales acordasen su iniciativa conjunta.
Antes de eso hubo un largo debate sobre la conveniencia de que en Perú el Estado crease un ente regulador que estableciera parámetros e impusiera sanciones. La propuesta fue resistida por varios sectores que la consideraban potencialmente censuradora, por lo que surgió la autorregulación como alternativa. Los expertos consideran que el fenómeno, que ha hecho incluso que en otros países latinoamericanos se acuñe el término “peruanización” para referirse a la baja calidad televisiva, es una fase posterior inevitable de los desaguisados que ocurrieron en los canales durante el régimen fujimorista, período durante el cual los sobornos y maquinaciones ilícitas fueron moneda corriente.
Según se ha documentado a través de videos y otras pruebas, los canales Panamericana, América, Frecuencia Latina y Andina, que firman ahora “Opción TV” junto al canal del Estado, se pusieron por entonces al servicio del gobierno del presidente Alberto Fujimori no sólo en lo informativo sino en gran parte de la programación en general, manejados desde la sombra por su monje negro, el operador político Vladimiro Montesinos.
Hoy, los ex dueños de Frecuencia Latina, Mendel Winter y Samuel Winter, están presos; el dueño de Panamericana, Ernesto Schutz, está ubicado en la Argentina a la espera de la extradición, y los ex dueños de América, José Enrique Crousillat y José Francisco Crousillat, prófugos, al igual que el todavía propietario de Andina, Julio Vera. Aunque la relación con el “fujimontesinismo” acabó, la televisión sigue en el blanco de las críticas, al margen de que algunos de los programas más cuestionados hayan desaparecido o se hayan moderado.
La campaña “Opción TV”, que ya está en las pantallas, tiene como emblemas a un locutor, un cómico, una presentadora de noticias, una conductora de programas femeninos y un comentarista de fútbol que representan a cada canal y que simbolizarán la unión entre las cinco estaciones. Los ejecutivos firmantes del acuerdo fueron enfáticos en aclarar que éste no implicará la renuncia a la competencia en busca de mejores ratings.