ESPECTáCULOS
› “EL PLANETA DEL TESORO”, OTRO CLASICO EN VERSION DISNEY
Viaje a las estrellas, con piratas
“La isla del tesoro”, imaginada por Robert Louis Stevenson, se presta ahora a un film de animación realizado por el mismo equipo de “La sirenita” y Aladino”. La historia es la misma, pero ahora transcurre en el espacio exterior. Por su parte, el film australiano “Bésame o mátame” se presenta como una “road movie” no convencional, con personajes excéntricos.
› Por Martín Pérez
Un niño se esconde bajo las sábanas de su cama para leer en vez de dormir. Lo que lee es una historia de aventuras, las aventuras de un pirata temido en todo el espacio estelar. Ese niño crecerá y, soñando con historias como las que leyó de chico, se meterá en pequeños problemas con la ley. Su sueño es el de poder escapar de una adolescencia sin destino y sin padre, como suele suceder con los adolescentes en las películas de Disney. Aunque esta vez, en vez de justificar toda clase de dramas (como suele suceder en los films del estudio del tan congelado Walt), esa carencia de figura paterna guiará al adolescente Jim hacia la aventura. Una aventura instalada en el futuro, pero que abreva en los clásicos, ya que es una adaptación estelar de aquella isla del tesoro de Robert Louis Stevenson. Sólo que, a tono con los tiempos, la isla se ha convertido en planeta. Y aquella historia, en un dibujo animado.
Dirigida por John Musker y Ron Clements, una pareja de realizadores que tal vez sea la mejor entre el departamento de animación más tradicional de Disney, El planeta del tesoro es al cine lo que los volúmenes de la vieja colección Robin Hood fueron a la literatura. En el mejor de los casos, un camino de ingreso a un universo maravilloso e interminable. Y, en el peor de ellos, un entretenimiento digno y orgulloso de serlo. Alejándose del público infantil, El planeta del tesoro es una película de aventuras que intenta el género hacia el dibujo animado, algo que recientemente probaron con diversa suerte tanto Warner con su apocalíptica Titan A.E. así como los mismísimos estudios Disney con Atlantis. Esta vez es el turno de dos expertos como Musker y Clements –responsables de La sirenita, Aladino y Hércules– que, valiéndose del clásico de Stevenson, logran un producto digno, aunque apenas a la altura de sus antecedentes.
La historia que cuentan en su film es la de un joven aventurero, en cuyas manos cae un curioso mapa del tesoro, que en realidad es una bola holográfica. Hijo de la dueña de una posada que recuerda aquella cantina intergaláctica de La guerra de las galaxias original, el mapa llegará a Jim de las manos de una inmensa tortuga moribunda, que le advertirá sobre los riesgos de poseerlo casi al mismo tiempo en que una horda de malhechores arrasen con la posada familiar. La catástrofe obligará a Jim, a su madre y al perro antropomórfico –que hace las veces de figura paterna y proto Tribilín de la historia– a ir en pos de la aventura que golpeó a su puerta, preparando un navío capaz de ir en busca de ese tesoro. Claro que ese navío estará ocupado por una sospechosa tripulación, como se lo merece cualquier buena aventura.
Luego de haber dirigido films en los que el gozo propio de la animación siempre estuvo en primer plano, La isla del tesoro es algo así como un paso atrás para Musker y Clements, que llegaron a convocar al caricaturista Gerald Scarfe (The Wall) para aquel fracaso –en términos de Disney– llamado Hércules. Con una imagen atada a su antropomorfismo y dependiente de la historia, los únicos gags visuales de esta historia sonlos vinculados con los monstruos que pululan aquí y allá, tanto en la taberna como en el barco. O si no en las ocurrencias de Morph, el protoplasma que reemplaza al loro del original. Un loro que estaba permanentemente en el hombro del antagonista de Jim, aquí un cocinero cyborg a falta de pata de palo, que hará las veces de malvado y figura paterna para el joven rebelde. Un giro en la trama muy bien llevado dentro de una convencional aunque entretenida aventura, estelarizada también por una decidida pero fiel gata capitana del buque alquilado para la empresa, y el robot demente que encontrarán al llegar al atesorable planeta en cuestión.
(Treasure Planet) EE.UU., 2002.
Dirección: Ron Clements y John Musker.
Guión: Rob Edwards, Ted Eliott, R. Clements y J. Musker, basado en la novela de Robert Louis Stevenson.
Música: James Newton Howard y Johnny Rzeznik.
Voces (en la versión subtitulada): Joseph Gordon Lewitt, David Hyde Pierce, Patrick McGoohan, Emma Thompson, Laurie Metcalf.
Estreno de hoy en los cines Village Recoleta, Hoyts Abasto, Los Angeles, Monumental Lavalle, Showcase Belgrano, Atlas Lavalle, Patio Bullrich, Paseo Alcorta, Alto Palermo, Belgrano, General Paz, Solar de la Abadía y Cinemark Palermo, Caballito y Puerto Madero.