ESPECTáCULOS
› UNA FALLIDA “INTUICION FEMENINA”, CON ANDIE MCDOWELL
¿Comedia liviana o drama lacrimógeno?
› Por Horacio Bernades
Manipular espectadores y personajes son, ya se sabe, dos de los principales hobbies del cine contemporáneo. Claro que hay manipuladores y manipuladores. Una cosa es que Bailarina en la oscuridad termine con Björk colgando de una soga, y otra muy distinta es una película como Intuición femenina, que al principio amaga ser una “Sex and the City” para cuarentonas y termina lidiando con cuestiones como la muerte joven, la viudez anticipada y el dar a luz a niños sin padre. Mareado, seguramente a la salida el espectador se preguntará si lo que acaba de ver era un entretenimiento liviano, una comedia sobre el universo femenino o una de esas de llorar sin escrúpulos.
Montado sobre el éxito transatlántico de esa serie de comedias inglesas que va desde Cuatro bodas y un funeral hasta El diario de Bridget Jones, para su debut como realizador el ex guionista de televisión John McKay dispuso parejas dosis de escepticismo contemporáneo y optimismo amoroso, lo roció de diálogos vitriólicos y lo remató con dos de las actrices de Cuatro bodas... La estadounidense Andie McDowell es Kate, rectora de colegio secundario cuya severidad, trajecitos-sastre y cabello fuertemente atado confirman su carácter de reprimida sexual. Portando un eterno cigarrillo con la más displicente elegancia, la espigada Anna Chancellor –que en Cuatro bodas... hacía de la estirada novia de Hugh Grant– es Molly, médica cuya desenvoltura frente a los hombres parecería sólo una forma de expiar el resentimiento que le dejaron sus tres fracasos matrimoniales. El papel le permite a la morocha Chancellor robarse el show, gracias a su fuerte presencia y un timing perfecto para la réplica biliosa y tajante. La tríada femenina se completa con la poco agraciada Janine (Imelda Staunton), jefa de policía del pueblo chico e infierno más o menos grande en el que la película tiene lugar.
Mujeres de carrera solteras y cuarentonas, Kate, Molly y Janine funcionan casi como su propio grupo de autoayuda espontáneo, celebrando reuniones semanales donde gana la que cuenta el mayor fracaso amoroso. La estabilidad del grupo, aparentemente inquebrantable, se verá amenazada cuando Kate tenga un episodio de sexo casual con un ex alumno que trabaja de organista en funerales, y al que casi dobla en edad. Pero lo que empezó como canita al aire rápidamente evoluciona a relación de pareja “de intenciones serias”, y entonces la envidia de las otras dos (de Molly, sobre todo) aflorará en todo su esplendor, poniendo la amistad en peligro. Y ocasionando la muerte de un personaje crucial, camión mediante. Sin embargo, esto último parecería un hecho tan pasajero para ellas como para McKay, uno de esos guionistas que con tal de lograr un efecto dramático son capaces de asesinar a quien cuadre.
Una cosa es escribir algo en el papel y otra muy distinta darle carnadura y credibilidad. Así como ninguna de las tres protagonistas parece ni rectora de secundario, ni médica, ni policía, menos creíble aún es la propuesta matrimonial del chico, en la medida en que fue presentado sólo como un atractivo predador sexual. Más difícil se hace creer que Kate, deprimidísima tras haber sufrido una pérdida esencial, le ofrezca matrimonio (así como quien dice: “¿Y qué te parece si...?”) a un clérigoprotestante por el que siente tanta pasión como un pescado por un tallarín. Pero todavía falta lo peor, que se aloja en el vientre de Kate y deparará la sorpresa final, cuestión de rematar con el más forzado happy end una película que empezó como comedia liviana y derivó después a drama lacrimógeno, confirmando que existen dos clases de personas por las que Mr. McKay no parece tener la más mínima consideración: el espectador y los personajes.
(Crush) Gran Bretaña, 2001.
Dirección y guión: John McKay.
Fotografía: Henry Braham.
Intérpretes: Andie McDowell, Imelda Staunton, Anna Chancellor, Kenny Doughty y Bill Paterson.
Estreno de hoy en los cines Hoyts Abasto, Village Recoleta, Cinemark Palermo, Atlas Sta. Fe, P. Bullrich, Showcase Belgrano y Cinedúplex Caballito.