Sáb 14.12.2002

ESPECTáCULOS

Un festival teatral en la llamada Meca del rock

“Obras vivas”, con el grupo Mandrágora y el Teatro Sanitario de Operaciones, será seguido esta noche de una fiesta hasta el amanecer.

Primero iban a ser tres jornadas, después se optó por dos y finalmente será solo una la noche que convertirá a Obras Sanitarias en espacio receptor de una propuesta atípica. Se trata de Obras Vivas, un festival multidisciplinario de escenas alternativas cuyos participantes coinciden en una postura: el arte escénico no convencional. La única función será esta noche a las 22.30, día en que se lucirán la agrupación de teatro-rock-multimedia, Mandrágora y el Teatro Sanitario de Operaciones. “Después de ambos espectáculos habrá una fiesta con espíritu teatral, con performances eróticas, números teatrales que interrumpen el baile sorpresivamente, trabajos con fuego, malabaristas, odaliscas, batucadas y una pantalla gigante sin audio. Buscamos que sea algo distinto al típico dance onda ‘El Divino’; que tenga otro vuelo más allá de la música y el baile, y que dure hasta el amanecer” explicó a Página/12 Ernesto Pombo que, además de ser integrante de Mandrágora, participa de la organización del festival.
La puesta a punto de Obras Vivas padeció de varios idas y vueltas. En principio, iba a comenzar el pasado 30 de noviembre, pero se decidió posponerlo dos semanas porque se superponía con el recital de La Renga en River y se temía por la seguridad de los asistentes, según cuenta Pombo. Esa primera interrupción provocó que se caiga un número relevante que tal vez hubiese dado otro vuelo al festival: el del Grupo Asul dirigido por Gerardo Hochman con su número “Vibra”, una obra cuya relevancia radica en una manera poco ortodoxa de hacer circo. “El espectáculo estaba programado desde el primero momento y había mucho entusiasmo, pero lamentablemente el tema de La Renga nos obligó a deshacer la idea inicial. Igual, tal vez haya más presentaciones en enero”, dice Pombo. Días después, la organización comunicó que cancelaba momentáneamente la otra jornada que iba a poner en tablas “Juegos de Salón”, la obra de la Compañía Teatral “La Carbonera” cuyo valor artístico quedó en evidencia durante su exhibición en el X Festival de Teatro de La Habana, Cuba, el año pasado. “La obra engancha porque no existe un cuento y la gente vive un gran impacto en escena, que se parece a esa gran desolación de rompimiento que caracteriza la vida de las grandes urbes del mundo, esos espacios gigantes de los que, sin embargo, todos tienen la sensación de no poder salir”, comenta Roberto Carr –coautor junto a Carlos Nicastro– por si la organización –en un nuevo ida y vuelta– decide su presentación para el sábado 28, como estaba programado a priori. “Todo está sujeto al éxito que tenga ‘Obras Vivas’ éste sábado”, admite Débora Flic, la encargada de prensa.
En concreto, Mandrágora abrirá la –por ahora– única función con su flamante obra “Rictus”, sucesora de “Regreso de un Sueño Largo”. “Se trata de una obra multimedia con una banda de rock en vivo. Tiene mucho de recital, pero no es un recital típico”, explica Pombo. La significación de obra multimedia que señala el artista tiene que ver con la interacción que existe entre la banda de rock sinfónico experimental, los 20 actores en escena y la puesta basada en una escenografía imponente. En efecto, el grupo activará una máquina enorme, una especie de andamio rodante desde donde se proyectarán videos cuya sucesión de hechos dibujan el hilo de la historia. “A través de las imágenes –prosigue Pombo– vos podés seguir la historia que se va contando, que es muy simple. El espectáculo está diseñado de tal forma que si lo hacés en un país con otro idioma, la historia se comprende igual porque se maneja a través de las imágenes”. Respecto del mensaje que emana de Rictus, el actor señala “tratamos de expresar una crítica contra la cultura del éxito que hace que consumamos modelos a través de la publicidad que nos venden por televisión, modelos que nos resultan inalcanzables. Es una crítica a la necesidad de imitar modelos inaccesibles; qué mina tenés que tener o qué auto tenés que tener para no ser un pobre tipo, etc. Esta cosa del éxito por el éxito mismo eslo que buscamos desnudar con “Rictus”, cuya definición es ‘mueca semejante a una sonrisa’ que tiene que ver con esto de parecer y no ser”.
–¿En qué sentido se parece “Rictus” a “Regreso de un Sueño Largo”?
–En que se profundiza la tendencia de trabajar con actores y pantallas gigantes pero con más participación del público. Hacemos participar a la gente sin agredirla, comprometiéndola con el sentido de la obra.
El espectáculo dura una hora y da paso al Teatro Sanitario de Operaciones, el otro número previsto para éste sábado. TSO ofrece su obra “Mantua” definida como una adaptación del clásico de William Shakespeare, “Romeo y Julieta”, pero deformado por la utilización, heterodoxa si se quiere, de arneses, sogas y música jungle y trance. Y el uso de fuego, agua, aire y tierra como elementos narrativos. Los herederos porteños de la Fura Dels Baus presentan una mirada alternativa, casi barroca, sobre la obra del escritor inglés cuyo momento supremo está dado por ese tecno tribal que acompaña el sueño de muerte de la encriptada Julieta mientras espera a su amado –exiliado en la ciudad que da nombre a la obra– y por las escenas dantescas que presiden el desarrollo del relato.

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