ESPECTáCULOS
› LA CHILINGA SE PRESENTA POR PRIMERA VEZ EN UN TEATRO
Una banda copada por la percusión
Tras curtirse en las performances callejeras, el grupo liderado por el ex baterista de Los Piojos Dani Buira tocará hoy en el Ateneo el material de “Percusión” y “Viejos dioses”. “Esto abre un montón de posibilidades”, dice el músico.
› Por Roque Casciero
El músico Daniel Buira todavía recuerda cuando armaba una batería con baldes como tambores y tapas de ollas como platillos. En esa época, sentaba a su familia frente al improvisado set y la deleitaba durante horas. “Recién hace poco me enteré de que se embolaban muchísimo”, confiesa sonriendo. “Fue muy frustrante. Preferería no haberme enterado, porque en mis recuerdos ellos hacían pogo. Espero que no pase lo mismo ahora”. “Ahora” es el presente de Buira, ex baterista de Los Piojos, líder del combo de percusión La Chilinga (con el que ya publicó Percusión y Viejos dioses) y acompañante de Vicentico en su primera aventura solista. Con más precisión, “ahora” es esta noche, cuando el músico y La Chilinga se presenten por primera vez en un teatro, el ND/Ateneo. Seguro que ahora su familia piensa distinto.
En el show, promete Buira, habrá “desde folklore hasta ritmos africanos, con la energía de más de treinta tambores”. “Es una apuesta más grande que tocar en la calle. Hace tiempo que tenemos ganas de armar algo para un teatro con el bloque de tambores. Está buenísimo tocar en la calle, pero estar en un escenario con buenas luces y sonido abre montones de posibilidades escénicas y artísticas. Este paso refleja un crecimiento. Queremos trabajar en escenarios con un repertorio con comienzo y fin, y que se incorpore también la danza.” Además del Ballet de Danza Afro de la escuela chilinga, estarán como invitados Coqui y Pajarín Saavedra.
–¿Cuándo harán el tercer disco de La Chilinga?
–Durante el año próximo, seguro. La idea es hacer algo diferente, aunque todavía no queremos adelantar nada, porque depende de cosas externas a nosotros. Va a haber canciones, rock y mucha percusión, como en los anteriores, pero será distinto.
–¿Dónde nació su interés por la fusión entre el rock y los tambores?
–Primero fue el rock, los tambores llegaron más tarde. Me puse a tocar batería a los 15. Mi hermano, que me lleva diez años, me hacía escuchar a Bowie, a Lou Reed, a Led Zeppelin. Me guió por un camino, me prohibía a los Parchis y cosas así. En el descubrimiento de los tambores tuvo que ver un viaje a Francia con los Piojos en 1991. Ahí me encontré con Africa, porque éramos parte de un festival con grupos africanos. Tocamos con ellos y me volaron la cabeza. Cuando volvimos empecé a tocar tumbadoras, bongó. Y se dio una fusión porque no dejé el rock. Cuando llego a mi casa, lo que menos hago es escuchar tambores: pongo a Lou Reed. Hay gente que viene a casa y pregunta por los discos africanos de percusión, porque tengo casi todo de rock. Pero no creo que haga falta irse tanto al Africa para tocar percusión: me pongo a pensar en ritmos de los Stones y salen cosas. Por eso los ritmos no pierden esa cosa rockera. Mucha gente dice que con La Chilinga no sonamos africanos, pero esa nunca fue nuestra idea.
–En Viejos dioses hay canciones que recuerdan a Los Piojos de la época en la que usted era parte de ese grupo. Por otra parte, Los Piojos abandonaron esa fusión de rock con ritmos rioplatenses. ¿Era su impronta?
–Hay algo de eso, porque la rítmica en Los Piojos estaba a mi cargo y en La Chilinga pasa lo mismo. Mucha gente vio un parecido, pero el tema es que no cambié. Mi pasión por los tambores y la fusión con el rock es cada vez más fuerte. No voy a hacer boleros o música instrumental. Quizá si me sale pensar en los Rolling Stones o en Bowie y tratar de meterles tambores. Puede ser que Los Piojos no buscaran reemplazar sino terminar una etapa. En lo de Vicentico también hay mucho de Chilinga.
–¿Trabajar con Vicentico hace que le dedique menos tiempo a La Chilinga?
–Por ahora no. Armamos una estructura de laburo para todo el año. En 2003 el disco de Vicentico empieza a salir afuera y quizás eso implique demoras, pero La Chilinga está preparada para seguir. Cuando giraba mucho con Los Piojos pasaba lo mismo, los profesores seguían avanzando.
–Sí, pero usted se llevó otros tres chilingos a la banda de Vicentico.
–(Se ríe.) Claro. Igual, todavía queda una lista de gente comprometida que lleva las riendas adelante cuando no estamos. A veces no estoy e igual se avanza bastante. Cuando me ofrecieron trabajar con Vicentico estaba a full con La Chilinga, pero es difícil decirle que no a un proyecto como el de él, porque me gusta mucho lo que hace. Además, sabía que en el primer disco solista iba a salir algo que tenía guardadito, entonces quería estar ahí.