Las revelaciones del cantante Michael Jackson, afirmando que a sus 44 años duerme con niños en la misma cama, provocaron una fuerte conmoción entre los estadounidenses, que hasta ahora toleraban como genialidades sus extravagancias. Un documental británico de dos horas fue transmitido anteanoche por el programa “20/20” de la cadena de televisión ABC en horario central, y su impacto negativo podría precipitar el declive de la carrera del “Rey del Pop”. Más de 20 millones de estadounidenses vieron el programa y a los pocos minutos de terminado comenzaron a llegar a la cadena centenares de correos electrónicos, que en su mayoría criticaban a Jackson en duros términos. Un tal Morgan decía en su mensaje que Jackson “está enfermo y necesita ayuda, pero los niños que lo rodean están en peligro”. Otra televidente indignada, Karen, clamaba al cielo: “Un hombre de 44 años no necesita dormir con niños”, mientras que alguien identificado como Moore escribió que el cantante necesita ayuda en una institución mental. “Este no es el Michael Jackson de 1978, el de hoy lleva una peluca, una nariz que se despelleja y una piel descolorida.” Después de ver el documental, la mayor organización en Estados Unidos dedicada a prevenir los abusos de niños, Prevent Child Abuse America, pidió a las autoridades de Santa Barbara (California) que reabran una investigación para determinar si es o no una amenaza a sí mismo o a otros niños. También hubo reacciones a favor de Michael: en un correo electrónico a ABC, “Yoking” pide que se deje molestar a Jackson, “un ser humano que adora a los niños”, y afirma que “todo este escándalo es desproporcionado”. La presentadora del programa del jueves, la prestigiosa periodista Barbara Walters, resumió así el documental: “Al principio tenía simpatía por Michael Jackson, luego fue un shock lo que hemos visto y, finalmente, una gran tristeza”.