ESPECTáCULOS
Penélope Cruz, la actriz de los dos continentes
La española fue una de las más activas militantes contra la guerra en la entrega de los Goya: radicada en EE.UU. por su romance con Tom Cruise, dice necesitar el viaje permanente entre ambas orillas.
Por Rocío García
Desde Madrid
Como muchos otros colegas, en la entrega de los Goya Penélope Cruz se colgó un cartel de “No a la guerra”. La actriz presentó el premio a la mejor película, y aprovechó para defender su pacifismo y la libertad de expresión. “Llevaré el cartel a diario”, dice aún hoy, cuando la polémica de aquella entrega está más apagada. “Todos somos el pueblo, y está claro que la gran mayoría de este país está en contra de la guerra”, dice. La actriz española no oculta su preocupación y su miedo ante la escalada belicista de Estados Unidos. “Odio generalizar. Hay muchos grupos de artistas, de actores, de músicos en campaña. La gente que me rodea no quiere la guerra, tiene miedo. Yo tengo mucho miedo y creo que el mundo está a tiempo de evitar una desgracia.”
Su romance con Tom Cruise la llevó a instalarse en EE.UU. hace dos años, pero a pesar de todo no logró asentarse. “Siento que estoy allí más por una situación personal que profesional. Me gusta vivir en EE.UU., pero me gusta mucho estar en España. Vivo entre los dos sitios”, asegura. La actriz acaba de estrenar en Sundance Maske & Anonymous, un film independiente que protagoniza Bob Dylan y dirige Larry Charles –”un experimento muy valiente, peculiar”– y viene de rodar en París Fanfan la tulipe. Tras un viaje relámpago a Nueva Zelanda para estar junto a Cruise, rodará con Charlize Theron en Montreal Head in the Clouds, de John Duigan, ambientado en París, Madrid e Inglaterra en los ‘40. “Interpreto a una mujer bisexual, que es enfermera porque vio cómo mataron a su hermano en la guerra. Se fue a París y, mientras trabajaba como bailarina de strip tease, estudiaba para enfermera. Regresa a su país donde conoce al personaje de Charlize”, explica. Después, también en Montreal, trabajará junto a Halle Berry en una de terror, con fantasma incluido.
Cruz está en un momento muy especial de su vida. Lo sabe y lo disfruta. “Nunca planeé mi vida. Fui decidiendo dónde quería estar y qué hacer en cada momento. No puedo decir que mi vida sea aburrida. Tengo muchos privilegios y mucha libertad y, aunque tenga más cosas positivas que negativas, no todo es fácil. Mi vida está llena de pruebas. Tengo 28 años y llevo trabajando desde los 14. Vivo una vida muy real. Sería muy desgraciada si viviera un cuento de hadas”, explica. Su vida en EE.UU. y su relación con Cruise le enseñaron muchas cosas. “Veo la vida de otra manera. Me tomo mi tiempo para no hacer nada, algo que creo es muy importante. Cuando empecé con mi aventura en EE.UU., pasé dos o tres años sin descansar, hasta que me di cuenta de que había que tener tiempo para uno mismo. Todo esto, muchas veces, lo aprendí con dolor, pero a veces las lecciones más importantes en la vida se aprenden así. Soy más feliz.” ¿Y qué tiene que ver en todo eso Tom? Penélope piensa la respuesta. “Es mi mejor amigo. Las cosas personales que aprendí a su lado son mucho más importantes que lo profesional. Estando donde está, Tom sigue teniendo valores. Transmite que hay que tener miedo de uno mismo. Nunca se traiciona a sí mismo. Es algo muy contagioso”, explica.
En España, en tanto, la esperan dos proyectos. Uno con Pedro Almodóvar, La mala educación– “Pedro me contó bastante y es increíble, pero no puedo contar nada”– y otro con Bigas Luna, el realizador con el que, con 16 años, se estrenó en el cine con Jamón, jamón. “Tengo buenos recuerdos... aunque Jamón, jamón fue una película dolorosa, la recuerdo con cariño. Durante tiempo intenté averiguar que me pasó con eso, por qué sentía cosas tan maravillosas y a la vez tan terribles. Fue una experiencia que me marcó la vida, con su lado positivo y su lado de dudas y confusión. Cambió mi vida porque me enseñó la lección más importante que es aprender a decir que no. Ahora, con 28 años me doy cuenta de que fue la mejor lección que pude aprender.”